Crónica Líbano.- El ministro de Defensa libanés asegura que continúa la guerra contra el terrorismo

Actualizado: martes, 4 septiembre 2007 18:52

Las autoridades libanesas insisten en los vínculos "estrechos" entre Al Fatá al Islam y Al Qaeda

BEIRUT, 4 Sep. (EP/AP) -

El viceprimer ministro y ministro de Defensa de Líbano, Elias Murr, aseguró hoy que la guerra contra el terrorismo continuará a pesar de la victoria contra los milicianos de Al Fatá al Islam que se atrincheraron en el campamento de refugiados palestinos de Nahr el Bared. Las autoridades libanesas hicieron especial hincapié en la relación "estrechos" entre los islamistas de Nahr el Bared y la red terrorista Al Qaeda.

Murr indicó en rueda de prensa que un total de 222 milicianos islamistas murieron durante los tres meses y medio de combates, finalizados tras la ofensiva final del Ejército del pasado domingo. El ministro afirmó también que unos 202 milicianos fueron capturados y un total de 163 soldados libaneses fallecieron desde el pasado 20 de mayo, fecha del comienzo de los combates. Al menos 20 civiles fallecieron y más de 30.000 refugiados tuvieron que huir del campamento. En toal, fueron al menos 385 los muertos en los enfrentamientos.

Murr explicó que los milicianos, provenientes de varios países árabes, planeaban escindir el norte de Líbano del resto del país y crear allí un "estado terrorista" utilizando Nahr el Bared como "refugio y centro de exportación del terrorismo a todo el mundo utilizando los peores criminales y terroristas de diversas nacionalidades".

La derrota de Al Fatá al Islam supone "una victoria para todos los países cercanos amigos", explicó Murr antes de emplazar a la comunidad internacional a ayudar al Ejército libanés a armarse mejor. "Tras esta victoria, armar y modernizar (el Ejército) es una prioridad nacional y un deber internacional. No es aceptable tras hoy que (el Ejército) sufra de escasez de armamento y equipo". "Subrayamos nuestra determinación a continuar enfrentando al terrorismo", añadió.

Murr dijo que el campamento de Nahr el Bared, ahora destruido, permanecería bajo el control del Estado libanés. Los doce campamentos palestinos de Líbano no eran competencia de las autoridades libanesas desde el acuerdo alcanzado en 1969 en el marco de la Liga Árabe para que los palestinos pudieran ejercer el gobierno local y las competencias de seguridad en el interior del campamento, cuya entrada estaba vetada al Ejército libanés.

VÍNCULOS CON AL QAEDA

El jefe de la inteligencia militar, George Joury, por su parte, explicó a los periodistas que fueron decomisadas grandes cantidades de armamento y munición, incluidas ametralladoras, lanzagranadas, morteros y explosivos.

"Al Qaeda estaba en contacto permanente con Al Fatá al Islam (...). Al Fatá al Islam estaba totalmente vinculado a Al Qaeda", aseguró Joury sin dar más detalles. "Proseguiremos con la lucha guerra contra el terrorismo" a pesar de la derrota de Al Fatá al Islam, aseguró.

La información recientemente publicada en una página islamista de Internet respaldó las afirmaciones de las autoridades libanesas sobre los vínculos de Al Fatá al Islam con la red terrorista internacional Al Qaeda. Una de las webs más utilizadas por Al Qaeda para emitir sus comunicados abrió una página especialmente dedicada a "felicitar al guerrero santo, el jeque Shaker al Absi, por su martirio", en referencia al fallecido líder de Al Fatá al Islam.

"La nación islámica da su último adiós a uno de los más grandiosos guerreros santos", afirmó un colaborador de la página bajo el pseudónimo Abu Bilal Seif. "Que Alá deje mal a quien traicionó a Al Fatá al Islam", escribía otra persona en los comentarios.

REGRESO DE REFUGIADOS

Mientras, los refugiados que vivían en Nahr el Bared prometieron volver a sus viviendas, ahora que ya no existe la amenaza de Al Fatá al Islam. Muchos de los palestinos mostraron su alegría por el fin de los combates y la derrota de los milicianos.

"Queremos regresar a Nahr el Bared para vivir allí, aunque sea en una tienda de campaña en medio de la destrucción, los escombros, las bombas o las bombas-trampa", afirmó Intisar Younis, una palestina de 50 años, madre de ocho hijos, desde el vecino campamento de refugiados de Bedawi, que acogió a la mayoría de los refugiados desplazados de Nahr el Bared.

"El regreso a Nahr el Bared significa para nosotros lo mismo que la vuelta de un hijo a los brazos de su madre. Queremos abrazar el campamento a pesar de la destrucción", dijo.

La familia de Younis ya tuvo que abandonar su casa en 1948, cuando se creó el Estado de Israel, cuando muchos palestinos fueron expulsados. También abandonó el campamento de refugiados de Tel Zaatar, cerca de Beirut, cuando los milicianos cristianos libaneses lo tomaron en 1976, durante la Guerra Civil libanesa. Por último, en 1982 tuvo que huir de nuevo de las milicias cristianas cuando éstas, con el apoyo tácito del Ejército israelí, masacraron a los civiles del campamento de refugiados de Sabra. También hubo una matanza en el vecino campamento de Shatila, cuando las fuerzas israelíes que controlaban la zona estaban comandadas por el entonces general Ariel Sharon.

Younis afrimó que tuvo que dejar su casa de Nahr el Bared un mes desepués del comienzo de los combates, cuando ésta recibió un impacto de obús. La familia entera se trasladó a la casa de unos amigos dentro del propio campamento, pero también tuvieron que marcharse cuando esta vivienda también fue bombardeada. "Es la cuarta vez que nos hemos mudado", afirmó con tristeza.