El asalto se salda con al menos 50 milicianos muertos, entre ellos su líder, Abdul Rashid Ghazi, que se negó a entregarse
ISLAMABAD, 11 Jul. (EP/AP) -
El Gobierno y el Ejército paquistaní dieron hoy por finalizado el asalto contra la Mezquita Roja de Islamabad en la que se habían atrincherado un grupo de milicianos islamistas desde hacía una semana. En la operación han muerto, además del líder de los amotinados, el clérigo Abdul Rashid Gazi, al menos 50 milicianos y 10 soldados, mientras que varias decenas más resultaron heridos.
"La primera fase de la operación ha terminado y ya no hay más milicianos en el interior" de la Mezquita Roja, anunció el portavoz del Ejército, Waheed Arshad, después de que las fuerzas especiales del Ejército paquistaní registraran completamente el complejo tras ocho días de violentos enfrentamientos con los islamistas que se habían atrincherado en su interior y que dejaron más de 80 muertos.
Según el portavoz militar, el recinto de la mezquita y de la escuela religiosa para mujeres adyacente está siendo registrado por los soldados en busca de minas, bombas-trampa y otro armamento. Previamente, Arshad había indicado que sólo "unos pocos" milicianos continuaban prestando resistencia en la mezquita. No obstante, había precisado que llevaría tiempo limpiar el recinto.
Por su parte, el primer ministro, Shaukat Aziz, precisó a la prensa que no se han encontrado cuerpos de mujeres y niños en el interior del complejo y dijo que hay pocas probabilidades de que aparezcan tales cuerpos durante la revisión del edificio.
"El grupo principal de mujeres estaban todas juntas y salieron todas juntas", afirmó, en referencia a las 27 mujeres y tres niños que abandonaron ayer la mezquita. "La operación ha terminado, todo el mundo que estaba dentro ha salido", aseveró el primer ministro.
Más de 50 milicianos y diez soldados han muerto y 33 han resultado heridos desde que comenzó el asalto en las primeras horas del martes, entre ellos el clérigo pro talibán de la mezquita y líder de los amotinados Abdul Rashid Ghazi, según el Ejército.
Las fuerzas de seguridad irrumpieron a primera hora del martes en el recinto de la mezquita tras fracasar los intentos de buscar una solución pacífica, después de que los milicianos se atrincheraran en el complejo religioso el pasado 3 de julio para defender la mezquita. Las autoridades denuncian que los extremistas han utilizado la mezquita para formar a estudiantes en una visión radical de la moralidad islámica.
Por otra parte, Arshad anunció que la prensa podrá realizar una visita de la Mezquita Roja, que se encuentra en el centro de Pakistán, pero seguramente no será posible como muy pronto hasta mañana, pese a que previamente el Ejército había planificado la visita para hoy.
GHAZI SE NEGO A ENTREGARSE
El cuerpo de Ghazi fue encontrado en el sótano de la escuela femenina, según indicó un alto responsable del Ministerio de Interior, Javed Iqbal Cheema. Varios responsables de seguridad indicaron que el clérigo tenía dos heridas de bala y no respondió cuando se le ordenó que se rindiera, por lo que los soldados volvieron a disparar y a continuación le encontraron muerto.
Cheema precisó que el cuerpo de Ghazi será entregado a sus familiares para que lo entierren en su pueblo natal. Su hermano Abdul Aziz, máximo responsable de la mezquita y que fue detenido la semana pasada cuando intentaba escapar vestido de mujer, recibirá autorización para asistir al funeral.
Según Arshad, los cuerpos de los otros milicianos fallecidos durante la operación serán retirados una vez concluya la ofensiva militar.
MANIFESTACIONES Y CRITICAS DE LA OPOSICION
Por otra parte, unas 500 personas se concentraron hoy durante una hora en la ciudad de Peshawar, en la Provincia de la Frontera Noroeste, y gritaron consignas contra el presidente paquistaní, Pervez Musharraf.
El ataque contra la mezquita "forma parte de la acción de nuestro Gobierno contra elementos religiosos para agradar a Estados Unidos", declaró Shabbir Jan, un diputado del opositor Partido Islámico, presente en la manifestación.
Además, unos quince diputados islamistas se congregaron delante del Tribunal Supremo en Islamabad, acusando a Musharraf de los problemas de Pakistán, incluido el ataque contra la mezquita, y pidiendo su dimisión.
Por su parte, los principales diarios paquistaníes consideran hoy en sus editoriales que Musharraf no tenía otra opción que enfrentarse a los milicianos. "La decisión de lanzar el asalto final no fue fácil, pero dadas las circunstancias no haya nada más que el Gobierno realmente pudiera hacer", afirma el diario en inglés 'The News'.
No obstante el diario se pregunta cómo los milicianos consiguieron refugio "dentro del corazón de Islamabad". "Seguramente este es un ejemplo inquietante del fracaso de las agencias de seguridad para seguir los movimientos de estos elementos", afirma.
Por su parte, 'Dawn', también en inglés, señala que "no se derramarán lágrimas por la muerte de los milicianos bien armados", alabando al Gobierno por ejercer "la máxima contención" en este asunto.
APOYO DE LOS TALIBAN
Mientras, en el vecino Afganistán, un alto comandante talibán, Mansur Dadulá, instó a los musulmanes a lanzar atentados suicidas contra las fuerzas de seguridad paquistaníes, calificando el asalto contra la Mezquita Roja de "acto cruel".
"Habría enviado 10.000 muyahidines a apoyar a los estudiantes (de la mezquita) pero estamos ocupados en Afganistán e Islamabad está lejos de Afganistán", afirmó. "Yo mismo deseaba ir a apoyarles", añadió en declaraciones a AP.