Crónica R.Unido.- Brown encara la semana decisiva de su mandato con la confirmación de su continuidad y anuncia cambios

Actualizado: lunes, 1 junio 2009 22:32

Dice ser el indicado para reformar el sistema político y sacar al país de la recesión, mientras ultima la remodelación de Gobierno

LONDRES, 1 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -

El primer ministro británico, Gordon Brown, confirmó hoy su intención de mantenerse en el poder en el arranque de una semana crucial desde que en 2007 tomó el relevo de Tony Blair, puesto que a la debacle prevista para el Laborismo en las europeas y locales del jueves, comienza la cuenta atrás para las generales del próximo año, que el mandatario empezará a preparar con una inminente remodelación de su gabinete y la promesa de una "limpieza" integral del sistema político de Reino Unido.

Tras el escándalo generado por la difusión de los gastos de los diputados, Brown se reivindicó este lunes como "la mejor persona" para liderar la durante años retrasada reforma de la arquitectura institucional británica, a la que actualmente los grandes partidos se muestran favorables para intentar recuperar la confianza de los ciudadanos. Un objetivo que pasará su primer test el jueves en unas europeas en las que el Eurobarómetro prevé una participación del 22 por ciento y las encuestas, un castigo a las formaciones mayoritarias.

Además, en línea con el discurso mantenido desde el estallido de la crisis financiera, el durante diez años responsabe de las arcas públicas insistió en que cuenta con el perfil indicado para superar la recesión en la que se halla sumida la economía, pese a la creciente presión para que renuncie y dé paso a una transición que permita al Laborismo aspirar a un cuarto mandato que actualmente las encuestas dan como inalcanzable.

Los medios de comunicación británicos publicaron en los últimos días sucesivos sondeos que no sólo abocaban al partido gubernamental como la cuarta fuerza en los comicios del jueves, sino que le otorgaban un descenso de apoyo inédito de celebrarse hoy unas generales. Un destino que incluso para el propio Laborismo estaría severamente influido por la presencia de Brown, cuyo recambio podría permitir mejorar las perspectivas en las urnas.

Sin embargo, el primer ministro mantiene su intención de agotar la legislatura --"no por arrogancia o no querer escuchar", subrayó hoy--, de modo que, ignorando las llamadas a un adelanto electoral encabezadas por el líder conservador, David Cameron, prevé emplear los últimos recursos para recuperar primero pulso entre los suyos y, posteriormente, intentar devolver ilusión a su proyecto con nuevas caras en el Gobierno y su resurgimiento como el reformista de la estructura política de Reino Unido.

CARRERA CONTRARRELOJ

En este sentido, hoy mismo comenzó una carrera contrarreloj con la que aspira a tener preparada la reacción a la debacle que el Laborismo sufrirá el jueves, cuando podría quedarse con el 16 por ciento de los votos, siete puntos por debajo de los ya considerados pobres resultados de 2004. Brown concedió entrevistas en las grandes cadenas del país y preparó el terreno para presentarse como el único con capacidad de reconducir la deriva institucional y sacar al país de la recesión.

El primer ministro declaró que la "limpieza del sistema político se hace mejor cuando la acomete alguien que tiene una idea clara de lo que necesita hacerse". "Y yo la tengo", proclamó, para expresar a continuación su creencia en que, independientemente del cuestionamiento en torno a su continuidad, "si la gente analizase lo que hay que hacer ahora es salir de esta crisis económica".

REMODELACIÓN

Así, una vez superada la cita con las urnas del día 4, Brown prevé dar a conocer la remodelación de Gobierno que podría llevar a sustituir al actual ministro del Tesoro, Alistair Darling, por el titular de Infancia, Ed Balls, considerado su principal aliado político. Sin embargo, el movimiento entraña riesgos por las reticencias que Balls despierta en numerosos sectores del partido, especialmente en el de los considerados 'blairistas'.

Aún así, el mandatario tiene ante sí la disyuntiva de qué hacer con su hasta ahora responsable de Finanzas, notablemente afectado por el escándalo de los gastos, puesto que cambió hasta en cuatro ocasiones la segunda residencia y, según se conoció este mismo lunes, llegó a recibir pagos por dos viviendas a la vez. El propio Brown optó hoy por no confirmar si Darling continuará en el cargo dentro de diez días y llegó a calificar de "error" el último capítulo difundido por el 'Daily Telegraph' dentro de la serie que comenzó el 8 de mayo.

Con todo, el titular del Tesoro podría mantenerse en el Gobierno y asumir la cartera de Interior, puesto que su gestión tampoco ha sido severamente censurada, ya que se considera que la magnitud de la crisis que le tocó afrontar, con un colapso bancario en cadena, sobrepasaba el propio margen de maniobra del equipo del Tesoro.

En cualquier caso, Brown confía en que esta remodelación, la última antes de unas generales cuya última fecha evaluada era el 3 de junio de 2010, le reporte los resultados positivos que le granjeó su hasta ahora única reestructuración de gabinete, acometida el pasado octubre y con el retorno de Peter Mandelson a la política británica como movimiento estelar.

ASALTO AL PODER

Precisamente la incorporación de su antaño rival político en el Laborismo ha dado al mandatario un margen de confianza, puesto que el actual titular de Negocios actúa de muro de contención ante los 'blairistas' interesados en un recambio de liderazgo. Mandelson ha logrado controlar movimientos como los del pasado verano, que apuntaban a un asalto al poder incluso promovido por la número dos del partido, Harriet Harman, y cualquier maniobra de descabezamiento ha quedado, al menos públicamente, desdibujada.

No obstante, los movimientos podrían haberse visto paralelamente refrenados por el temor a cómo se traduciría en las urnas un relevo precipitado e, incluso, por las reticencias de potenciales sucesores a tomar las riendas en un período de incerteza y derrota probable como al que parece abocado el Laborismo.

Con todo, las voces que encumbran al actual titular de Sanidad, Alan Johnson, como candidato de peso han aumentado en foros laboristas y en los propios medios británicos, especialmente después de sus recientes apelaciones a una reforma electoral, interpretadas por muchos como un posicionamiento como nuevo líder una vez apartado a Brown, ya sea por decisión propia como desalojado por los votantes.