Crónica Rusia/UE.- La UE y Rusia alejan posturas tras la celebración de la cumbre de dos días en Samara

Las críticas a la protección de los derechos humanos, principal fuente de fricción entre el Kremlin y los Veintisiete

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 18 mayo 2007 20:34

MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -

Los líderes de la UE criticaron hoy a Rusia por sus deficiencias en materia de derechos humanos al término de una cumbre que no solo no ha concretado acuerdos formales, exceptuando la promesa de solventar los roces relacionados con el ingreso de Moscú en la Organización Mundial del Comercio, sino que ha ilustrado el cada vez mayor distanciamiento entre el Gobierno de Vladimir Putin y los Veintisiete.

Un ejemplo de ello lo puso la canciller alemana, Ángela Merkel, que se quejó de los activista de oposición que fueron retenidos por las autoridades cuando se disponían a viajar a la ciudad de Samara, cerca del Volga, y próxima al lugar donde se celebraba la cumbre, celebrada entre ayer y hoy.

"Me preocupa el hecho de que haya gente que tenga problemas para viajar hasta aquí", afirmó Merkel a los reporteros. "Espero que se les de una oportunidad de expresar su opinión", añadió.

Entre los activistas a los que se les impidió subir a los vuelos hacia Samara se encontraba el Gran Maestro de Ajedrez Garry Kasparov, ahora uno de los principales adversarios políticos del presidente Putin. Las autoridades confiscaron los pasaportes de los activistas, así como sus billetes en el aeropuerto de Sheremetyevo, para retenerles después durante cinco horas.

TRATAMIENTO DE LAS CRÍTICAS

La censura de las libertades democráticas en Rusia y el tratamiento que se les da a los críticos del Gobierno han sido dos de los temas que más han afectado a las tensas relaciones entre Rusia y la Unión Europea. En respuesta, Putin ha vuelto a insistir que su Gobierno no teme a las manifestaciones, pero precisó que cualquier tipo de oposición debe atenerse a la normativa oficial.

"No me molestan en absoluto", afirmó Putin en relación a las llamadas 'Marchas de los Disidentes' orquestadas por Kasparov y sus compañeros, que han sido objeto de brutales maniobras de dispersión por parte de la Policía.

"Todos aquellos que quieran organizar protestas de acuerdo con la ley, tienen esa oportunidad", afirmó. "Pero algunos provocan que las autoridades empleen la fuerza, y las autoridades han respondido en consonancia", señaló el presidente ruso.

Asimismo, Putin negó que el Kremlin albergue miedo alguno sobre la posibilidad de que sus críticos puedan tener capacidad de acción sobre el Gobierno, al señalar que "no hay razón alguna para temer a estos grupos minoritarios, especialmente tan pequeños". Y en relación a los comentarios de Merkel, Putin hizo una crítica extensiva al resto de Gobiernos europeos con particular interés en el alemán. "Las fuerzas de la ley ordenan arrestos preventivos en prácticamente todos los países, y hay ejemplos en Alemania", afirmó el presidente.

Merkel puso fin al cruce de declaraciones admitiendo que la acción policial para detener actos violentos podría estar justificada, pero añadió que "si una persona no ha hecho nada todavía, si está de camino a una manifestación, es un caso completamente distinto".

Mientras, a las puertas de la cumbre, más de 100 personas se manifestaron a última hora de la tarde en una plaza de Samara, al grito de "¡Rusia sin Putin!" y "Necesitamos otra Rusia.

Finalmente, entre los manifestantes se podían contemplar banderas amarillas, negras y blancas del grupo de oposición 'Otra Rusia', que incluye al Frente Civil Unido de Kasparov.

CRISIS Y AVANCES

Otro de los roces entre la UE y Rusia en materia de libertades y derechos se pudo apreciar en el momento en el que Putin acusó a la Unión de no responder oficialmente a la muerte de un ciudadano ruso durante los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía estonia ocasionados en la manifestación convocada en la capital de la ex república soviética, Tallinn, por el traslado de un santuario de guerra durante la época de la URSS.

Este fallecimiento ha sido la punta del iceberg de un conflicto a mucha mayor escala. El Gobierno estonio ha denunciado en repetidas ocasiones que las páginas web de su Gobierno han sido objetos de múltiples ataques tras la retirada del santuario, y que algunos de los funcionarios de Tallinn han insinuado que dichos ciber-asaltos podrían haber sido organizados por el Gobierno de Moscú, un hecho negado por el propio Kremlin.

En este sentido, el presidente de la comisión europea, Jose Manuel Durao Barroso declaró a los medios que la democracia y la ley son "principios sagrados para la UE". "Queremos subrayar la importancia de la democracia, la libertad de prensa, de asociación y de protesta; unos valores que nos unen, y no nos dividen", afirmó el portugués.

"Como país europeo, Rusia debe asegurar el total respeto a estos principios y valores", concluyó Barroso.

Sin embargo, a pesar de estas posturas alejadas, Rusia y la UE experimentaron vagos avances en materia de comercio, al acordar la práctica del intercambio de la información electrónica sobre las operaciones comerciales, según declaraciones de Putin, recogidas por la agencia RIA Novosti.

"Eso permitirá acortar el tiempo de trámites aduaneros en la frontera y ofrecerá la posibilidad de hacer más eficaz la lucha contra la falsificación de los documentos de transporte", manifestó el líder ruso en la rueda de prensa celebrada al término de la cumbre.

Además, tanto Rusia como la Unión Europea acordaron además resolver en pocas semanas todos los problemas relacionados con el ingreso de Moscú en la Organización Mundial del Comercio (OMC), informó el ministro ruso de Desarrollo Económico y Comercio, German Gref.

"Hemos acordado resolver todos los problemas pendientes en las próximas semanas", manifestó Gref a la cadena de televisión "Vesti 24".

Entre las cuestiones de índole económica que quedarán sin resolver, se encuentran los temas de las tarifas de exportación, el transporte ferroviario, y la disputa por la prohibición de la entrada de carne polaca, este último un problema que Putin no dudó en presentar como una cuestión bilateral que obstruía la expansión de los lazos entre Rusia y la UE.

"Nos necesitamos, y estamos abiertos a un diálogo honesto entre Rusia y la UE", llegó a decir Putin, "pero debemos defender nuestros intereses con la misma profesionalidad que nuestros socios europeos", a pesar de que tanto Merkel como Barroso mostraron el apoyo europeo al "problema polaco", que es "un problema de todos los europeos", según el presidente de la comisión.

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