Crónica Siria.- Siria celebra las elecciones legislativas a la sombra del fraude y del abuso de los DDHH

Actualizado: sábado, 21 abril 2007 12:39

El partido Baaz del presidente al Assad controla el Parlamento mientras impide, según ONGs, el desarrollo democrático del país

DAMASCO, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

Más de siete millones de sirios se disponen a depositar su voto en las elecciones parlamentarias de mañana domingo en las que los resultados, según la estructura de la ley electoral en el país, están prácticamente predeterminados a favor del partido Baaz del actual presidente, Bashad al Assar, al que se le acusa además de restringir las libertades democráticas mediante el acoso sistemático de las principales voces de la oposición en el país.

A estos comicios se presentan 9.970 candidatos con la esperanza de ganar alguno de los 250 escaños de los que se compone el Consejo Parlamentario Popular, nombre oficial de la Cámara Baja en Siria. Sin embargo, la ley electoral del país establece que los independientes, o no baazistas, sólo tienen acceso a 83 puestos, un 44 por ciento del total de los asientos del Parlamento. El 66 por ciento restante está destinado al partido del presidente y a sus aliados del Frente Nacional Progresista.

Así, no es de extrañar la escasa repercusión de estas elecciones entre la opinión popular, a pesar de que se presenta el mayor número de candidatos desde que se restauraran los comicios en el país hace 36 años. Muchos sirios creen que aquellos que ganen estas elecciones dependerán la aprobación del Comité Electoral; y que estos comicios se limitan, simplemente, a dar a conocer las listas electorales.

Además estas elecciones legislativas, las novenas, serán boicoteadas con toda probabilidad por la oposición siria, dada las continuas quejas presentadas en relación a la inexistencia de garantías de igualdad e imparcialidad en el sistema de votación, mientras los casi diez mil candidatos se aferran a la idea de que es posible obtener un escaño si cuentan con el apoyo del Gobierno.

"Los independientes que deseen convertirse en diputados deberán estar respaldados por el Baaz o, al menos, ganarse la aprobación de los comités electorales de sus respectivos distritos", afirmó uno de los candidatos, bajo el anonimato, al diario electrónico 'Gulfnews'.

CONGELACIÓN DE LAS REFORMAS, DEMOCRACIA FALLIDA

Muchos en Damasco culpan de este inmovilismo político a la presión impuesta por la comunidad internacional sobre el país desde los últimos tres años, desde el asesinato del primer ministro libanés Rafik Hariri. Gran parte de la población cree que la presión realizada sobre Damasco en relación a su presunta colaboración en el magnicidio fue la principal causa de la congelación de todas las reformas políticas en Siria. Otros creen, sin embargo, que el régimen simplemente ha fracasado a la hora de abrazar voluntariamente la democracia y que el progreso es inexistente.

"No ha habido ningún tipo de avance en las elecciones de los últimos doce años. Por el contrario, la autoridad, que en este caso no es sino una mezcla de la oficina central del Baaz y los jefes de los diversos organismos de seguridad, parece haber aprendido de sus errores del pasado y de experiencias previas" con un exceso de libertades democráticas, señaló el candidato.

Hasta ahora, esta 'autoridad' se ha asegurado de que el Parlamento esté libre de "provocadores", motivo por el que diputados errantes como Ma'amoun Al Homsi o Riad Seif terminarán, casi con toda probabilidad, sin un puesto en el nuevo Parlamento.

ACOSO A LOS DIPUTADOS

Tanto Al Homsi como Seif son considerados "contraproducentes" por el Gobierno de Damasco. Al Homsi fue liberado a principios de año tras pasar casi cinco años en prisión por cargos de "actividades destinadas a cambiar la constitución siria por la fuerza", según el abogado y director del Comité de Liberación de Presos Sirios, Anwar al Bunni.

Seif, por su parte, tiene prohibido por las autoridades realizar "declaraciones políticas". Según al Bunni, el caso de Seif demuestra que "el continuo silenciamiento de las voces democráticas" es prueba de que la situación de los derechos humanos "empeora constantemente a cada minuto que pasa".

Estos dos diputados independientes fueron liberados el pasado 18 de enero, junto con otros tres miembros de la oposición relacionados con la llamada "Primavera de Damasco", un corto período de liberalización política y económica que coincidió con el inicio del mandato del presidente al Assad, en 2001.

El caso de estos dos diputados no es aislado. Otras voces prominentes de la oposición han sido también objeto, según Amnistía Internacional, de abusos durante su estancia en prisión. El catedrático de economía Aref Dalilah, de 63 años de edad, ha pasado la mayor parte de los más de cinco años que lleva en prisión recluido en régimen de aislamiento.

Según informes recibidos por la ONG, Dalilah padece diabetes e hipertensión arterial y, a finales de 2006, sufrió un ataque de apoplejía, debido al cual tiene totalmente entumecido el lado izquierdo del cuerpo; sin embargo, los informes indican que las autoridades de la prisión le han negado el acceso a servicios médicos independientes.

El Gobierno sirio es capaz de revocar la autoridad de cualquier parlamentario, siempre y cuando se demuestre que es tanto "contraproducente" como "provocador". Sin embargo, dado la mayoría que ostenta en la cámara baja, no parece muy probable que el Ejecutivo de Damasco vaya a avivar cualquier tipo de tensión al efectuar presión adicional sobre la oposición en el país en estas elecciones de escasa relevancia.

Según el blogger político del magazine estadounidense 'Time' , Andrew Lee Butters, "el Parlamento sirio sólo es un sello de goma. El verdadero poder descansa sobre los hombros de un grupo de altos oficiales" relacionados con la familia del presidente al Assad, que "obtuvo la victoria en el referéndum del 2000 -- en una especie de elecciones con un solo candidato con un 97 por ciento de aprobación".