Crónica Turquía.- Muere asesinado a tiros un periodista turco de origen armenio conocido por su denuncia del genocidio

Actualizado: viernes, 19 enero 2007 20:19

Erdogan promete detener a los responsables, mientras el mundo le advierte del reto que supone la investigación si quiere conservar sus expectativas en la UE

ESTAMBUL, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El mundo del periodismo turco perdió hoy a otro de sus representantes, Hrant Dink, de 53 años y orígenes armenios, conocido por sus constantes críticas y referencias al genocidio armenio de principios del siglo XX por parte de los turcos. Dink fue asesinado a sangre fría por hombres armados a la entrada de la sede del periódico en el que trabajaba, poniéndose una vez más de manifiesto, el largo camino que Turquía tiene por recorrer si quiere garantizar derechos como la libertad de expresión y de prensa, que se consideran imprescindibles para su objetivo de una futura incorporación a la Unión Europea.

Un grupo armado asesinó hoy a tiros al periodista turco, quien había sido amenazado y juzgado en varias ocasiones por afirmar que su país había cometido un genocidio contra los armenios. El crimen fue perpetrado en Estambul, a la entrada del semanario en lengua armenia 'Agos', en el que trabajaba como redactor jefe, y fueron tres disparos, dos de ellos en la cabeza, los que acabaron con su vida.

Dink había sido juzgado en varias ocasiones por denunciar el genocidio de los armenios a principios del siglo XX. También había recibido amenazas de muerte de grupos nacionalistas, que lo consideraban un traidor a Turquía.

'LA MANO NEGRA CAE SOBRE TURQUÍA'

Pocos minutos después del trágico suceso el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, consideró el asesinato del armenio-turco un ataque contra la unidad de Turquía y prometió que los responsables serán detenidos, anunciando de hecho, que ya se ha arrestado a dos personas en Estambul, aunque rehusó ofrecer más detalles.

"Una vez más, las 'manos negras' han elegido nuestro país y derramado sangre en Estambul para alcanzar sus oscuras metas", afirmó el primer ministro en rueda de prensa. "Estamos investigando todos los aspectos de este crimen", añadió. Erdogan indicó que ha encargado a altos responsables del Ministerio de Justicia el caso, que ya se están trasladando a Estambul desde Ankara.

En la cadena de reacciones, el comisario responsable de Ampliación de la UE, Olli Rehn, mostró su "estupor y tristeza" tras conocer la noticia del "brutal acto de violencia" que ha terminado con la vida de Dink. Turquía se encuentra negociando su adhesión a la UE, aunque ocho de los capítulos que deben cumplirse para que se produzca su entrada quedaron suspendidos el pasado mes de octubre por la negativa turca a abrir los puertos y aeropuertos a Chipre, con quien mantiene una agria disputa desde hace décadas por el control que ejerce sobre la mitad norte de la isla.

"Estoy impresionado y entristecido por este brutal acto de violencia. Hrant Dink fue un respetado intelectual que defendió sus opiniones con convicción y contribuyó a un debate público abierto. Fue un defensor de la libertad de expresión en Turquía. Confío en que las autoridades turcas investiguen a fondo este crimen y lleven a sus autores ante la justicia", señaló Rehn en un comunicado.

"PRUEBA CLAVE" PARA LA ENTRADA EN LA UE

El asesinato de hoy no hace más que complicar aún un poco más la negociación de Turquía con la UE. En este sentido Reporteros Sin Fronteras (RSF) emitió un comunicado tras conocer el asesinato en el que se declaró "profundamente consternada" por el ataque a Dink y resaltó que este acto "perturbará" a todos aquellos "que defienden la libertad de pensamiento y expresión en Turquía y en todos los lugares".

En este sentido RSF instó al Gobierno turco a investigar y atrapar a los culpables "lo antes posible", ya que esta será "una prueba clave para un país que espera adherirse a la UE".

Periodista reconocido, Dink ha sido en numerosas ocasiones objetivo de persecución por sus opiniones sobre la masacre de armenios bajo el mandato del Imperio Otomano a principios del siglo XX. En 2005 ya fue condenado a seis meses de suspensión por "humillar a la identidad turca", y nuevamente, en septiembre de 2006, comenzó otro proceso contra él por unas declaraciones que realizó sobre las masacres en Anatolia durante la Primera Guerra Mundial, calificándolas de "genocidio". Se enfrentaba a una sentencia de tres años de prisión.

La relación entre Turquía y la comunidad armenia es, cuanto menos tensa, debido a la controversia y la dolorosa memoria de un pasado truculento entre las dos naciones, desde que en 1915 el entonces Imperio Otomano comenzó la expulsión de su población armenia, en lo que muchos países reconocen como el primer genocidio del siglo XX.

Los turcos niegan que sus antecesores cometieran un genocidio, y afirmarlo en el país es considerado equivalente a traición. Durante las décadas de los setenta y ochenta, las tensiones fueron aún más inflamadas por el asesinato de decenas de diplomáticos turcos a manos de armenios que buscaban la revancha.

Turquía, cuya composición es en un 99 por ciento musulmana, y Armenia, que reclama ser el primer país del mundo que adoptó oficialmente el cristianismo como religión, comparten frontera, pero lleva años cerrada y ambos países no tienen relaciones diplomáticas formales.

DINK ESPERABA UN AÑO "DURO"

En su última columna para 'Agos', Dink se quejó de haberse hecho famoso como enemigo de los turcos y escribió sobre amenazas vertidas contra su persona, y sobre la falta de protección que recibió por parte de las autoridades, pese a sus denuncias. "La memoria de mi ordenador está cargada de frases de completo odio y amenazas", redactó.

"Soy solamente como una paloma (...) Miro alrededor, a mi izquierda y derecha, delante y detrás, lo más que puedo", señaló, finalizando su espacio en el diario con, quizá, una premonición: "Para mí, 2007 parece que va a ser un año duro. Los juicios continuarán, otros nuevos empezarán. Quien sabe a qué otras injusticias tendré que enfrentarme". Probablemente desconocía que debería enfrentarse a una de las mayores injusticias: ser asesinado por expresar ideas libremente.