Crónica UE (añadida).- Borrell asegura que la Eurocámara ha alcanzado la "madurez política" durante su mandato

Actualizado: lunes, 15 enero 2007 21:49

Guardans denuncia que los eurodiputados del PP español fueron los únicos que no aplaudieron a Borrell en su despedida

ESTRASBURGO, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

Josep Borrell, se despidió hoy de su cargo al frente del Parlamento Europeo asegurando que, durante los dos años y medio que ha durado su presidencia, la institución ha logrado "mayor protagonismo" y ha alcanzado la "madurez política". Borrell señaló que la inmigración y la energía son los principales retos de futuro para la Unión Europea.

"Sin duda, el Parlamento Europeo es hoy más conocido y reconocido por el ejercicio de sus funciones. Además, hemos superado el reto de la ampliación y resuelto importantes problemas internos", dijo Borrell en su discurso de balance final.

A su juicio, el punto de inflexión en este mayor protagonismo de la Eurocámara se produjo con la investidura de la Comisión de José Manuel Durao Barroso en octubre de 2004, cuando los diputados rechazaron la candidatura del italiano Rocco Buttiglione por sus declaraciones homófonas y sexistas. "Todo el mundo reconoce hoy que el Parlamento Europeo alcanzó su madurez política durante la investidura de la Comisión", subrayó.

También destacó el papel de la Eurocámara a la hora de lograr compromisos sobre legislaciones tan polémicas como la directiva de servicios o el registro de sustancias químicas REACH. Durante su mandato se alcanzó además un acuerdo sobre el presupuesto de la UE para el periodo 2007-2013 del que lamentó que no fuera lo suficientemente ambicioso.

Durante su discurso de balance, Borrell se refirió a la creación de la comisión de investigación sobre las supuestas actividades ilegales de la CIA en territorio comunitario, que "ha recordado cuán importante es salvaguardar los valores democráticos en que se basa nuestra Unión" y dijo que la Eurocámara se ha ocupado también de otros asuntos candentes como la inmigración ilegal, con misiones a Ceuta, Melilla o Canarias, o sobre el futuro de la UE tras el 'no' de Francia y Países Bajos a la Constitución.

Asimismo, subrayó que "la defensa de los valores democráticos y de los Derechos Humanos" se ha consolidado como una de las "señas de identidad" del Parlamento en su relación con terceros países. En este contexto recordó su intervención en la cumbre de Lahti, en Finlandia, en octubre de 2006, ante el presidente ruso, Vladimir Putin. "En Lahti pude dirigirme abiertamente al presidente Putin, recordándole que Europa no debe cambiar Derechos Humanos por energía".

Enumeró sus visitas a India, China, Latinoamérica o los países del Mediterráneo y las 33 misiones de observación electoral de la Eurocámara durante este periodo para evidenciar el creciente papel del Parlamento en política exterior y se refirió a las visitas de jefes de Estado y de Gobierno como el ucraniano Víctor Yushenko, el afgano Hamid Karzai, el palestino Mahmud Abbas o el libanés Fuad Siniora. "También en este terreno hemos ganado importancia política y podemos sentirnos muy satisfechos por ello", apuntó.

En cuanto a las cuestiones internas, Borrell destacó especialmente el éxito de la ampliación, pese a las dificultades que suponía acoger a los eurodiputados de los diez nuevos países "con nueve idiomas más y con culturas parlamentarias aún más diversas". "En muchos casos, el Parlamento Europeo ha desempeñado un verdadero papel de amortiguador en la integración Este-Oeste", afirmó.

La parte final de su discurso la dedicó a los desafíos de futuro a los que se enfrenta la UE en el marco de la globalización y citó tres: la energía, la inmigración y la búsqueda de recursos propios para financiar el presupuesto comunitario. "Estoy persuadido de que alrededor de la pareja indisociable 'energía/medioambiente' Europa puede encontrar una nueva razón de ser", indicó.

Añadió que la UE tiene que hacer más por integrar a los inmigrantes y que "ninguna política de control de la inmigración tendrá éxito sin el desarrollo de los países de origen". Finalmente, justificó la necesidad de un nuevo sistema de recursos propios porque "necesitamos un sistema que permita acuerdos presupuestarios que no estén dominados por la consideración miope del balance neto de cada país".

"El Parlamento Europeo, símbolo de la democracia representativa europea y embrión de una democracia supranacional, debe seguir mejorando su funcionamiento para contribuir al relanzamiento de la construcción europea", remachó Borrell a modo de conclusión, destacando que en sus reuniones con los líderes de los Veinticinco en los Consejos europeos comprobó "como se nos escuchaba (a la Eurocámara) cada vez con más atención y se nos invitaba a participar más en sus deliberaciones".

ELOGIOS DE LOS GRUPOS POLÍTICOS Y DE LA CE

Todos los grupos políticos mayoritarios elogiaron a Borrell y su actuación al frente de la Eurocámara, desde el Partido Popular Europeo hasta Izquierda Unitaria, pasando por los Liberales y los Verdes, y especialmente en su propio grupo, el Partido Socialista Europeo. Los portavoces de estos grupos llegaron incluso a utilizar el español y el catalán para despedir a Borrell. Sin embargo, el eurodiputado de Convergència i Unió, Ignasi Guardans, denunció en el pleno que los parlamentarios españoles del PP fueron los únicos que se quedaron sentados y no le aplaudieron al término de su discurso.

"Quiero lamentar en este momento en que usted abandona la presidencia, cuando a usted le estaban rindiendo homenaje todos los parlamentarios de esta cámara, sólo se han negado a aplaudirle los eurodiputados españoles del PP. Como eurodiputado elegido en España que tampoco le votó a usted, quiero lamentar esa actitud, que es traer a esta cámara una división que se está produciendo en su lugar de origen y que está afectando a cuestiones mucho más graves", señaló.

La retransmisión de la sesión plenaria en la sala de prensa no mostró si los eurodiputados españoles del PP se quedaban sentados o no. Otras fuentes consultadas que estaban en el interior del hemiciclo aseguraron que algunos parlamentarios populares, como José Manuel García-Margallo, sí aplaudieron a Borrell, mientras que otros de otros grupos políticos también se quedaron sentados.

La vicepresidenta de la Comisión Europea, Margot Wallstrom, elogió también la labor de Borrell y dijo que su figura aúna la "pasión democrática" con la "pasión europeísta". Destacó asimismo su "compromiso personal" y sus "esfuerzos incansables para aumentar las responsabilidades de la Eurocámara". "Josep, gracias por todo, y te deseo suerte en tus nuevas funciones", concluyó Wallstrom en castellano.