Crónica UE (Añadida).- España, Francia e Italia apoyan crear la 'tarjeta azul' y Alemania y Austria muestran reservas

Actualizado: jueves, 8 noviembre 2007 21:39

Rumí pide medidas para evitar la fuga de cerebros y garantías de que las cuotas las fijarán los países y no Bruselas

BRUSELAS, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

España, Francia, e Italia fueron los Estados miembros que apoyaron hoy con mayor entusiasmo durante la reunión de ministros del Interior de los 27 la propuesta de la Comisión Europea de crear una 'tarjeta azul' --equivalente a la 'green card' estadounidense-- para facilitar la entrada a la UE de inmigrantes muy cualificados y hacer frente a la escasez de mano de obra por el envejecimiento de la población. En contraste Alemania y Austria mostraron mayores reservas aunque no se opusieron frontalmente a la iniciativa.

El vicepresidente de la Comisión y responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, destacó al término del debate que sus propuestas recibieron "un apoyo amplio y fuerte". Insistió en que éstas no crean un "derecho a la entrada" para los inmigrantes ni interfieren en la responsabilidad de los Estados miembros para determinar cuántos trabajadores necesitan.

Frattini subrayó que la 'tarjeta azul' permitirá a los inmigrantes altamente cualificados cambiar de Estado miembro tras dos años y también volver a su país de origen sin necesidad de hacer más trámites. Ello fomentará, a su juicio, la "inmigración circular" y reducirá la fuga de cerebros. El vicepresidente presentó también a los ministros su segunda propuesta que establece un procedimiento único para obtener el permiso de trabajo y residencia en un solo documento y un conjunto de derechos para los inmigrantes.

La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, fue la primera en intervenir en el debate y dijo que las propuestas de la Comisión constituyen un "paso cualitativo importante" para construir una política europea de inmigración. Recalcó que las dos directivas "no contradicen el ordenamiento jurídico español", que ya contempla el permiso para los inmigrantes cualificados, derechos equivalentes que los de los trabajadores españoles, y un permiso único de residencia y trabajo, y señalo que sólo obligarán a ajustes menores.

No obstante, pidió que quede claro en la normativa europea que "cada país será autónomo para decidir el cupo de trabajadores que necesita". Rumí reclamó además que la UE tome medidas para garantizar que no se produzca una "fuga de cerebros". "No tenemos que perder de vista el objetivo final, que es favorecer el desarrollo político, económico y social de los países de donde provienen esas personas", apuntó.

El representante italiano, Rocco Cangelosi, señaló que su país "apoya vivamente" las dos propuestas presentadas por Frattini y que ambas "coinciden plenamente con la legislación" italiana, que ya contempla la ventanilla única para el permiso de trabajo y residencia. No obstante, insistió también en que "hay que tener cuidado" para evitar la fuga de cerebros en los países en vías de desarrollo y dar facilidades para que los inmigrantes que llegan a Europa puedan después regresar a su lugar de origen y contribuir así a su desarrollo.

En el mismo sentido se expresó el representante francés, Pierre Sellal, que reclamó mecanismos "para reducir al mínimo los efectos negativos de la inmigración en los países de origen". Francia comparte las propuestas de la Comisión porque considera que se ajustan a su política de "inmigración económica elegida que se ajuste a las necesidades" de cada país.

La intervención más dura correspondió al ministro austriaco, Günther Platter, que subrayó en primer lugar que son los Estados miembros "los que tienen que decidir si quieren inmigración legal o no". También reclamó a la UE que sea "cuidadosa" para evitar "causar movimientos migratorios no deseados" con propuestas como la tarjeta azul.

Platter pidió además que se tengan en cuenta las cuestiones de "seguridad" y la aceptación por parte de los inmigrantes de los "derechos y valores" europeos, algo que a su juicio no se valorado suficientemente en el pasado y ello ha creado "problemas de integración". Finalmente, exigió que se dé preferencia al mercado nacional y al comunitario antes de contratar a inmigrantes extracomunitarios.

Mucho más moderado fue el ministro alemán del Interior, Wolfgang Schauble, que se limitó a subrayar que "el control de la inmigración legal es competencia de los Estados miembros y debe seguir siéndolo en el futuro". La propuesta sobre la 'tarjeta azul' volverá a debatirse en una reunión conjunta entre los ministros del Interior y de Trabajo de los 27 a principios de diciembre y deberá recibir el respaldo político de los líderes europeos en la última cumbre del año.