Crónica UE.- Bruselas pide a Solbes que no suprima los incentivos a I+D

Actualizado: jueves, 30 noviembre 2006 15:46

El comisario de Fiscalidad no se opone a la diferenciación fiscal en España mientras se respete el mercado interno comunitario

MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

El comisario europeo de Fiscalidad y Unión Aduanera, László Kovács, aconsejó hoy al vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, que no suprima los incentivos a la I+D en la reforma fiscal que entrará en vigor a partir del 1 de enero.

"Siento decir que esta supresión de incentivos va en la dirección contraria a la postura de la Comisión Europea" sobre investigación y desarrollo, aseguró el ex ministro húngaro de Exteriores en una conferencia ante el Foro de la Nueva Economía.

"Nuestra intención es que aumente el gasto" en I+D, añadió Kovács, que lamentó que la brecha entre Estados Unidos y la Unión Europea en competitividad esté creciendo en este asunto y que recordó que el gasto comunitario en esta materia se sitúa en torno al 1,7% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 3,7% de su competidor trasatlántico.

En una comunicación reciente, la Comisión Europea mostró su apoyo a los incentivos fiscales a la actividad en I+D y propuso una mayor coordinación entre los Gobiernos europeos para que los distintos sistemas fiscales no supongan un obstáculo a los cada vez más numerosos proyectos de investigación desarrollados por organismos de distintos países. Junto a esto, Bruselas abogó por prestar un apoyo especial a los proyectos transfronterizos en esta materia.

MATRICES Y FILIALES.

Otro de los asuntos que enfrentan a España y la UE en materia fiscal es la legislación sobre matrices y filiales aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El comisario Kóvacs quitó importancia al asunto diciendo que "hay más de un millar de casos" de este tipo en las oficinas de su departamento, pero se mostró contundente al decir que "si la respuesta de España es que no modifica la legislación, habrá que ir a los tribunales".

El comisario insistió en que esta ley "infringe la legislación europea", y recordó el procedimiento emprendido por Bruselas. La Comisión ya envió una carta de aviso a España y, a falta de respuesta convincente, remitió una carta de opinión razonada, en la que pide al Gobierno que explique sus motivos.

Bruselas entiende que la legislación española sobre filiales y matrices es contraria al derecho comunitario. Esta norma considera automáticamente un abuso que una sociedad española pague dividendos a una empresa establecida en otro Estado miembro que, a su vez, pertenece a otra sociedad residente en un país tercero.

ARMONIZACIÓN FISCAL ESPAÑOLA.

Por otro lado, el comisario húngaro, perteneciente al Partido Socialista de su país, dijo "no oponerse" a la diferenciación fiscal entre comunidades autónomas en España, y añadió que esta tendencia no va en contra del intento de Bruselas de crear una armonización fiscal en la Unión.

"España apoya la armonización" en el conjunto de la UE, recordó antes de calificar de "complicada" la distribución fiscal entre las autonomías. En todo caso, añadió, el apoyo de la UE a esta diferenciación fiscal en España está condicionado a que no se dañe el mercado interno comunitario, no se violen los tratados y no se transgredan los intereses de otros Estados miembro. Kovács anunció que también hablaría sobre este asunto con Solbes.

MISMA BASE IMPONIBLE PARA LA UE.

Junto a esto, Kovács explicó que la Comisión Europea presentará en 2008 una propuesta para armonizar en la UE la base imponible en el impuesto de sociedades. En todo caso, explicó, "LA propuesta de legislación" sobre armonización de la base imponible será "optativa" para los Estados miembro en un primero momento, a la vista de que hay siete países que se oponen y otros ocho que expresan "cautelas sobre este asunto". Entre los diez que se muestran de acuerdo, figura España, además de Alemania y Francia.

El comisario puntualizó que "no existe la intención de armonizar los tipos fiscales, sino sólo la base imponible", de modo que los Estados podrán controlar sus propios tipos. De esta forma, se podrían disipar dudas como las de Reino Unido e Irlanda, que argumentan que la armonización va en contra de la soberanía fiscal de cada Estado.

Por otro lado, señaló, "si existe una base imponible más amplia, los Estados podrán reducir los tipos impositivos y serán más competitivos". Además, en su opinión, la armonización procurará más transparencia, menos carga administrativa y un mejor conocimiento de la legislación entre los distintos países.

En la actualidad existen tantos sistemas fiscales como Estados en la UE, esto es, 25, y las empresas se ven obligadas a adaptarse a cada territorio en el que adquieren presencia, señaló. Además, al igual que las empresas pagan algunos impuestos en los países en los que se establecen, "deberían poder compensar las pérdidas" en su negocio, añadió.

La armonización es un asunto preferente para el comisario de Fiscalidad, pero su aprobación no estará exenta de dificultades. La propuesta requiere consenso, aunque "con que haya un Estado que diga que 'no' no se dará la causa por perdida". Si fracasa la propuesta y "a falta de legislación" sobre este asunto, "aplicaremos el principio de cooperación mejorada", añadió.

Kovács señaló además que, en contra de lo que se piensa, la carga fiscal no es uno de los factores más influyentes a la hora de atraer inversión extranjera. Por delante de los impuestos, enumeró otros aspectos de mayor influencia, como el tamaño y la accesibilidad del mercado, las infraestructuras, el coste de la mano de obra y el marco legal.