Crónica Yemen.- Yemen celebra mañana las segundas elecciones presidenciales de su historia

Actualizado: martes, 19 septiembre 2006 14:31

En las primeras elecciones con verdadera competición electoral se prevé la victoria del presidente, Alí Abdalá Saleh.

SANAA, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

Yemen se enfrentará mañana a las segundas elecciones presidenciales de su historia, en las que podrá optar por el presidente actual, Alí Abdalá Saleh, y por el líder opositor, Faisal bin Shamlan, apoyado por un conglomerado de los principales partidos de la oposición.

Saleh fue el primer presidente elegido democráticamente en 1999. Saleh, que había sido presidente desde la unificación del país en 1990, fue entonces reelegido por el 96% de los votos, en una elecciones que fueron acusadas de fraudulentas.

Estas son las primeras elecciones en Yemen en las que existe una alternativa al poder. Algunos mítines de Bin Shamlan, apoyados por el poderoso partido Islah, que fue en su día partidario de Saleh, han reunido a más gente que los del presidente. "Estas son nuestras primeras elecciones multipartidistas de verdad. Nos las tomamos en serio, el GPC tiene que trabajar duro", dijo el portavoz del CGP, Mohammad Abulahoum, en declaraciones a la agencia IRIN.

CONCENTRACIÓN DE PODERES

El presidente, elegido por siete años, ostenta la jefatura del Estado y tiene también la potestad de designar el Jefe de Gobierno. El Parlamento, que autoriza a los candidatos presidenciales, está controlado por el partido de Saleh, el Congreso General del Pueblo (CGP).

"Un presidente para Yemen, no un Yemen para el presidente", es el lema de los partidos de oposición, unidos bajo Bin Shamlan para intentar asaltar la presidencia. "Todos los poderes del Estado están concentrados en las manos del presidente; el país entero es suyo", lamentó Bin Shamlan en una entrevista con el semanario 'Al Ahram'.

Sin embargo, las posibilidades de la victoria de Bin Shalem no parecen claras. Según una encuesta del Yemen Polling Centre, Saleh ganará las elecciones de mañana en todos los distritos del país, con un 50% de los votos, llegando hasta a un 70% en las regiones rurales. Bin Shamlan obtendría sus mejores resultados, de menos de un 40%, en distritos urbanos.

FRAUDE ELECTORAL

Saleh anunció en uno de sus últimos mítines que no había que temer fraude electoral, ya que 150 periodistas de todo el mundo y 140 observadores internacionales presenciarán las elecciones. Sin embargo, un 51% de los votantes cree que el fraude es probable.

El responsable del proyecto de la ONG IFES en Yemen, Paul Harris, asegura a IRIN que la Comisión electoral local ha hecho todo lo que está en su poder para organizar las elecciones, pero que algunos factores son imprevisibles, como el caciquismo o la violencia en regiones remotas. Harris se muestra en conjunto "optimista" con respecto a la limpieza de las elecciones.

Una de las novedades destacadas de las elecciones de este año es la concesión del mismo tiempo y espacio a cada uno de los candidatos en los medios de comunicación, controlados por el partido en el poder. La organización electoral asegura que el propio Saleh ha encargado que se den 20 minutos en televisión a cada uno de los candidatos.

Saleh ha descrito a la oposición como "fuerzas de la oscuridad cuya llegada al poder congelará toda vida", y ha advertido de que el cambio traerá un "destino desconocido para los yemeníes". Hoy mostró una fotografía a la prensa en la que un presunto miembro de Al Qaeda aparecía como guardaespaldas de Bin Shamlan

El deficiente devenir económico del país, el más pobre de Oriente Próximo, y las tensiones causadas por la alianza de Saleh con Estados Unidos en la 'Guerra contra el Terror' han desembocado en cierto descontento y en una serie de incidentes violentos en las semanas previas a las elecciones.

El pasado día 15 las fuerzas de seguridad frustraron un atentado contra plantas de gas y petróleo en las provincias de Hadramout y Marib, presuntamente inspirado por Al Qaeda. Usama Bin Laden, nacido en Yemen, había pedido dos días antes que se atentara contra intereses estadounidenses en el país.