KARACHI, (PAKISTÁN), 19 Oct. (EP/AP) -
La ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto resultó ayer ilesa de un atentado ocurrido el mismo día de su regreso a Pakistán, tras más de ocho años de exilio, informaron miembros de su partido y fuentes policiales. Las dos explosiones consecutivas al paso de la comitiva de Bhutto dejaron, sin embargo, decenas de fallecidos y más de un centenar de heridos.
El secretario provincial del Interior, Ghulam Mohammed Mohtaram, indicó que al menos son 30 las personas fallecidas y más de 100 los heridos. Por su parte, un fotógrafo de la agencia estadounidense 'AP' en el lugar aseguró haber visto entre 50 ó 60 muertos o heridos muy graves.
Los hospitales que están atendiendo a los afectados estiman que hay al menos 51 muertos y 150 heridos. El doctor Seemi Jamali, del Hospital de Jinnah, señaló que en este centro hay 19 personas fallecidas y que, de los 70 heridos de los que se están ocupando, entre 20 y 25 se encuentran en estado crítico. Por su parte, el doctor Faisal, del Hospital Nacional de Liaqat, informó de 30 muertes y 80 heridos, muchos de ellos también en estado crítico.
La primera explosión fue de pequeña magnitud pero le siguió una mucho mayor frente al camión en el que se desplazaba Bhutto y compañeros del PPP, mientras participaba en una manifestación por las calles de la cuidad de Karachi para celebrar su regreso. La deflagración rompió los cristales del vehículo y provocó el incendio de uno de los coches policiales que lo escoltaba.
El jefe de Policía Azhar Farooqi indicó a Dawn News que Bhutto fue evacuada del lugar, como se había previsto en el caso de que ocurriese un incidente como éste. "Fue evacuada con grandes medidas de seguridad y ahora se encuentra en Bilawal House", dijo, refiriéndose a la residencia de la ex primera ministra en Karachi.
Unos 150.000 simpatizantes rodeaban el convoy que transportaba a la líder paquistaní. Al producirse las explosiones, la muchedumbre comenzó a huir del lugar. Quienes se encontraban en el camión de Bhutto descendieron de él rápidamente.
Aunque las autoridades urgieron a Bhutto a transportarse en helicóptero para reducir el riesgo de ataques, ella se negó. "No tengo miedo, estoy pensando en mi misión", dijo a los periodistas, y añadió que su lucha es un "movimiento por la democracia" porque Pakistán sufre "la amenaza de los extremistas y los milicianos".
