WASHINGTON, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La última senadora demócrata que faltaba por apoyar la admisión a trámite en el Senado de la reforma del sistema sanitario anunció este sábado que apoyará su debate en la votación que se celebrará esta tarde --madrugada en España--, y en la que los demócratas necesitaban el apoyo de 60 de los 100 senadores de la cámara.
La senadora demócrata por Arkansas, Blanche Lincoln, anunció que votará a favor de la admisión a trámite de la iniciativa, que supera así el primer gran obstáculo para su aprobación.
Lincoln afirmó que la votación de esta tarde es "otro paso importante en un proceso muy deliberativo". La senadora rechazó que existan presiones políticas condicionadas por la cercanía de la campaña por su reelección, encabezadas por grupos liberales y conservadores. "Simplemente no creo que me conozcan bien", dijo, según recoge 'The Washington Post'.
La otra senadora demócrata que no se había expresado públicamente a favor de su tramitación, Mary Landrieu, anunció también este sábado que votará a favor. En Estados Unidos no existe disciplina de voto, por lo que el apoyo de los propios congresistas demócratas --con mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes-- será fundamental para que el presidente Barack Obama logre sacar adelante una reforma sanitaria.
"He decidido que hay reformas y salvaguardias lo suficientemente significativas para seguir adelante, pero se debe trabajar mucho más", afirmó Landrieu en declaraciones recogidas por 'The New York Times'. Landrieu indicó que su voto favorable a la admisión a trámite de la reforma no debe interpretarse como el sentido de su voto definitivo con respecto a la iniciativa. "Es un voto para seguir adelante, para continuar con la labor esencial, importante e imperativa que está en marcha", explicó.
El Senado estadounidense votará esta noche --2.00 de la madrugada del domingo en la España peninsular-- si admite a debate su propio modelo de reforma sanitaria presentado por el líder de la Mayoría demócrata, Harry Reid, quien necesita imperiosamente de al menos 60 votos (todos los 58 senadores del partido más los dos independientes, afines a los demócratas).
Este voto es un procedimiento formal conocido como "regla de invocación", pero a la vez es un obstáculo de envergadura porque en esta ocasión se requiere una mayoría 60-40 mientras que la aprobación final del texto sólo requiere de la mitad más uno de los 100 senadores que componen la cámara.
