NUEVA YORK, 15 Jun. (EUROPA PRESS/Carlos López) -
El número de soldados estadounidenses muertos en Irak desde que la guerra comenzara hace tres años alcanzó las 2.500 bajas, una cifra significativa que podría empeorar aún más la visión que los norteamericanos tienen de la gestión que realiza el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en el país árabe.
Según el Pentágono, un total de 1.972 soldados murieron en combate, mientras que la cifra de muertos por razones no directamente vinculadas a enfrentamientos militares alcanzó las 528 personas. Asimismo, el número de efectivos que sufrieron heridas durante su estancia en Irak se sitúa en los 18.490 soldados.
El anuncio coincide con el inicio de un debate en la Cámara de Representantes estadounidense sobre la definición de una fecha límite para la retirada de las tropas de Irak. El debate se produce cuatro meses antes de las elecciones de noviembre y supone un tópico controvertido que enfrenta incluso a miembros del mismo partido.
El propio Departamento de Defensa, previendo un aumento de las críticas a la gestión de la Administración Bush con la aparición de estas cifras y el posterior debate, ha redactado un manual para aquellos que apoyan dicha política en los que los seguidores podrán obtener pistas de como refutar las críticas al conflicto.
