MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha retirado este jueves los cargos contra Michael Flynn, el que fuera asesor de Seguridad Nacional del presidente, Donald Trump, pese a que se declaró culpable en 2017 de mentir al FBI sobre su relación con el embajador ruso en Washington, Serguéi Kisliak.
Tras "una revisión de los hechos" y otra "información recientemente descubierta", el Departamento de Justicia ha concluido que "las declaraciones del señor Flynn nunca fueron 'importantes' para ninguna investigación del FBI".
La decisión ha sido tomada por el departamento que encabeza el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, a instancias del fiscal federal de la ciudad de San Luis, Jeffrey Jensen, tal y como ha explicado el periódico estadounidenses 'Politico', después de que Flynn decidiera retractarse de su primera declaración de culpabilidad.
"A lo largo de mi revisión del caso del general Flynn, concluí que lo correcto y justo era desestimarlo", ha explicado Jensen en un comunicado, en el cual también ha contado que hizo saber de sus "hallazgos" a Barr, quien tras recibir su consejo, "estuvo de acuerdo" en rechazar la causa.
"NO SE ESTABA REALIZANDO UNA INVESTIGACIÓN LEGÍTIMA"
Barr también ha ofrecido algo más de información al respecto durante una entrevista con la cadena CBS, en donde ha insistido en que "no se puede establecer un delito" porque, a su juicio, "no se estaba llevando a cabo una investigación legítima".
"No había base legal para una investigación de contrainteligencia contra Flynn en esa etapa", ha expuesto Barr, que coincide con Jensen en que hubo "evidencias" que buscaban "tender una trampa a Flynn".
El fiscal general ha ido más allá y ha defendido que Flynn entablara contactos con el embajador ruso, pues es "muy común que el equipo de seguridad nacional del presidente entrante se comunique con los líderes extranjeros".
"Esa llamada no tenía nada de malo. De hecho, era loable. No era nada incongruente con las políticas de la administración Obama y fue en interés de Estados Unidos", ha defendido.
Ante el revuelo generado por esta decisión, Barr ha insistido en que se ha hecho "lo correcto", que siempre ha actuado conforme a la ley, y que ha resultado "fácil" tomar esta resolución una vez vio "todos los hechos y algunas de las tácticas utilizadas por el FBI durante el caso, así como los problemas legales" que derivaron de él.
Desde la Casa Blanca el presidente Trump ha celebrado la decisión, insistiendo en la inocencia y el buen nombre de Flynn y culpando a la Administración del expresidente Barack Obama de intentar cobrarse una venganza personal contra él utilizando a su antiguo asesor para ello.
El general Flynn renunció como asesor de seguridad nacional apenas 24 días después de asumir el cargo, al destaparse que había mentido a altos cargos del Gobierno acerca de la relación y los contactos que mantenía con el embajador de Rusia en Washington y decidió colaborar con el fiscal especial Robert Mueller en el marco de la pesquisa sobre la presunta injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales de 2016.
SIN "EVIDENCIAS EMPÍRICAS" DE "CONSPIRACIÓN RUSA"
De forma paralela, el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes ha publicado este jueves miles de páginas con las transcripciones de más de 50 de las entrevistas que se celebraron a puerta cerrada durante la investigación entre 2017 y 2018 acerca de la supuesta implicación que pudo haber tenido Rusia durante la campaña electoral de 2016.
En ellas, se encuentran las entrevistas a varios miembros de los equipos republicano y demócrata, que ofrecen un poco más de información acerca de la controvertida campaña electoral de Donald Trump, con conversaciones altisonantes y el reconocimiento por parte de algunos integrantes de la Administración del expresidente Barack Obama de que no existió tal conspiración entre Trump y los rusos.
Del equipo republicano se llamó a declarar al hijo del presidente de Estados Unidos Donald Trump Jr., a su yerno Jared Kushner, o la del consultor político y viejo amigo del actual presidente de Estados Unidos, Roger Stone, quien más tarde fue condenado por perjurio tras comprobar que había mentido durante los interrogatorios.
Entre ese millar de páginas, están también las que corresponden a las palabras del que fuera gerente de la campaña electoral de Trump, Corey Lewandowski, quien durante una conversación acalorada en 2018 aseguró al comité que había visitado la Casa Blanca "más de una vez, pero menos de 100" y reconoció que elaboró encuestas de opinión a petición de Trump sobre la idea que se tenía del general Flynn dentro de la base del Partido Republicano, que "no era partidaria de perdonar", señaló al antiguo asesor del presidente.
La comisión también, cita la cadena estadounidense CNN, entrevistó a altos cargos de la Administración del expresidente Barack Obama, como a su director de Inteligencia Nacional, James Clapper, quien dijo en julio de 2017 que, si bien se produjo cierta preocupación "anecdótica" por las reuniones entre el equipo de Trump y funcionarios rusos, "nunca" vio "evidencia empírica" para asegurar que los republicanos "estaban conspirando con Rusia para entrometerse en las elecciones".