Centro de acogida en Alemania
KAI PFAFFENBACH/REUTERS
 
Actualizado: viernes, 30 diciembre 2016 8:32

MADRID, 30 Dic. (Por Ana Gómez Pérez-Nievas, periodista en Amnistía Internacional España) -

Con la situación en Siria cada vez más crítica, los conflictos olvidados de Yemen, Sudán del Sur o el norte de Malí, la crisis de personas refugiadas más grave desde la Segunda Guerra Mundial, o las retóricas xenófobas en periodos electorales, como la que acabó en el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, es difícil ser optimista acerca de 2016.

Pero mirando con perspectiva, hay cosas que celebrar.

1. No todas las cifras son negativas. Claro que es imposible olvidar las casi 5.000 personas que han muerto en el mar en 2016, y no hablar de la terrible ofensiva final sobre Alepo, que se ha cobrado desde el 15 de noviembre más de 1.000 vidas en la ciudad. Hay más de 4,8 millones de refugiados en solo cinco países vecinos y Europa no ha conseguido que quienes huyen del horror puedan acceder sin problemas a la protección internacional a la que deberían tener derecho.

Pero este año la presión social ha contribuido a liberar a más de 650 personas, casi dos al día, de encarcelamientos injustos. Entre ellos, Albert Woodfox, después de pasar 43 años en régimen de aislamiento en Estados Unidos, o Mazen Mohamed Abdallah, un niño de 14 años violado por agentes de seguridad que intentaban obtener una confesión en Egipto. También hay algunas mujeres, como María Teresa Rivera, condenada a 40 años de prisión en 2011 tras sufrir un aborto espontáneo en El Salvador, o Yecenia Armenta en México, golpeada, semiasfixiada y violada durante 15 horas de tortura hasta que finalmente se vio obligada a "confesar".

Además, gracias a la acción de miles de activistas y de organizaciones de Derechos Humanos se ha logrado cambiar leyes abusivas en más de 40 países y condenar a criminales de guerra.

Niñas desplazadas por la ofensiva sobre Mosul

2. Lucha contra la impunidad. En una sentencia histórica para la justicia internacional, el ex presidente Hissène Habré fue condenado a cadena perpetua el 30 de mayo por crímenes de guerra y tortura cometidos en Chad entre 1982 y 1990. Algunos informes de Amnistía Internacional, así como la declaración pericial de un exmiembro del personal de la organización contribuyeron a aportar pruebas para la acusación.

En julio, además, las Salas Africanas Extraordinarias de Dakar tomaron una importante decisión para que las víctimas pudieran tener acceso a reparación. Se concedieron a cada una de las víctimas civiles de violación y violencia sexual 20 millones de francos CFA (33.880 dólares estadounidenses), a cada una de las víctimas civiles de detención arbitraria, tortura, prisioneros de guerra y supervivientes, 15 millones de francos CFA (25.410 dólares), y a las víctimas indirectas, 10 millones de francos CFA (16.935 dólares).

3. Las mujeres siguen reclamando sus derechos. Con (al menos) 44 víctimas por violencia de género contabilizadas por el Ministerio de Sanidaden este año en España, países como El Salvador que pueden condenar a mujeres hasta a 50 años por abortar, y testimonios de mujeres y niñas refugiadas que relatan como durante todas las etapas de su viaje están expuestas a más violencia por el hecho de ser mujeres, la lucha sigue siendo necesaria.

Y fructífera, en algunos (pocos) casos. En Polonia, las mujeres y las niñas se lanzaron a las calles en masa el pasado mes de octubre para protestar contra una propuesta de prohibición relativa a la ley sobre el aborto de Polonia, que ya era sumamente restrictiva. Las mujeres se declararon en huelga para mostrar su ira colectiva ante las propuestas, y miles de personas enviaron mensajes de solidaridad. El gobierno dio finalmente marcha atrás, en lo que constituyó una victoria histórica de los derechos de las mujeres en el país.

En Burkina Faso, también gracias, entre otras cosas, a la presión social, el Gobierno prometió en febrero erradicar el matrimonio forzado y a edad temprana y se comprometió a elevar hasta los 18 años la edad de matrimonio para las niñas y a asegurarse que el matrimonio forzado esté claramente definido en la legislación.

4. Las personas en situación vulnerable buscan apoyos. Entre diciembre de 2014 y junio de 2016 se cometieron al menos 69 delitos contra personas con albinismo, incluidos intentos de secuestro y allanamientos de tumbas en busca de huesos en Malaui. En este país existe el mito de que sus huesos o ciertas partes de su cuerpo atraen la riqueza, por lo que existe un comercio con ellas para hacer brujería.

Ante este aumento de los ataques, las familias han sacado a sus hijos de la escuela por temor a que les pase algo. Sin embargo, gracias a la presión global, las autoridades de Malaui reformaron en septiembre dos leyes que protegen a las personas con albinismo de la violencia y el asesinato.

El pasado mes de mayo, un informe de Amnistía Internacional resaltaba que la situación para las personas refugiadas también era preocupante en España, al enfrentarse a un sistema de asilo y acogida que puede llevarlas a la indigencia. Especialmente difícil la situación de personas vulnerables, como víctimas de trata, de violencia de género, o personas LGBTI, tal y como vimos en nuestra visita a Ceuta y Melilla en octubre. Algunas autoridades ya han mostrado su inquietud por el hecho de que España no solo está trayendo a pocas personas refugiadas sino que además no les está dando la bienvenida que se merecen.

5. Algunos intocables ceden a las presiones. Las autoridades qataríes, las empresas constructoras y hasta la misma FIFA reaccionaron ante las presiones y denuncias según las cuales los trabajadores y migrantes que construyen instalaciones para la Copa Mundial de 2022 en Qatar sufrían explotación. Dos empresas devolvieron los pasaportes a los trabajadores. Una empresa afectada por las acusaciones fue suspendida de los proyectos de la Copa Mundial durante seis meses.

La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (que utilizará las instalaciones deportivas de Qatar para el Campeonato Mundial de Atletismo que organizará en 2019) afirmó que examinaría estas cuestiones. La FIFA dijo que crearía un comité independiente para vigilar las condiciones en todos los recintos de la Copa Mundial de 2022.

A todo esto ha contribuido enormemente que cientos de miles de personas anónimas en todo mundo han decidido tomarse la injusticia como algo personal. Y bien pensado: ¿No es esta la mejor noticia?

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