Diez claves para entender el sistema electoral estadounidense

Votación en Estados Unidos
REUTERS
Actualizado: domingo, 6 noviembre 2016 8:45

MADRID, 6 Nov. (Víctor C. Pascual Planchuelo, profesor universitario y especialista en asuntos electorales) -

El próximo 8 de noviembre, Estados Unidos celebra elecciones presidenciales. Hillary Clinton, por el Partido Demócrata, y Donald Trump, como candidato del Partido Republicano, pugnarán por ocupar la Casa Blanca y convertirse en el próximo presidente del país. Ese mismo día, los estadounidenses elegirán también a 34 de los 100 miembros del Senado y a la totalidad de los 435 representantes que integran la Cámara de Representantes.

Este es el decálogo para comprender los aspectos más relevantes de un sistema electoral sumamente complejo --y aún imperfecto-- que, sin embargo, sigue dotando de la necesaria estabilidad política e institucional a la principal superpotencia del planeta:

1º. Las primeras elecciones presidenciales en Estados Unidos se celebraron en 1788-1789. En ellas, George Washington fue elegido el primer presidente del país.

2º. La elección presidencial tiene lugar cada cuatro años el primer martes después del primer lunes de noviembre. Hace casi dos siglos se eligió esta fecha dado que la mayor parte del electorado debía desplazarse a la capital del condado para emitir su voto en un trayecto que podía durar al menos un día. Como el sábado y el domingo no se podía viajar por motivos religiosos, se hacía en lunes y el martes quedaba reservado para votar. La elección del mes de noviembre se debe al hecho de que para entonces ya había terminado la temporada de la cosecha.

3º. Los candidatos presidenciales son elegidos en elecciones primarias y 'caucus' que se celebran --con anterioridad a la elección presidencial-- en fechas y estados distintos, y que son confirmados en las convenciones nacionales de ambos partidos.

4º. El sistema electoral establece que el jefe de Estado, el presidente de Estados Unidos, es elegido por mayoría absoluta y sufragio indirecto, a través de un órgano específico, el Colegio Electoral, compuesto por 538 electores o compromisarios. El Colegio Electoral fue creado a finales del siglo XVIII a fin de proteger los intereses de cada estado y evitar el dominio de las regiones más pobladas del país.

5º. Estados Unidos es un Estado federal que se compone de 50 estados, más el Distrito de Columbia y diversos territorios de ultramar. Cada Estado tiene asignados --en función, aunque no exclusivamente, de su población-- tantos electores para el Colegio Electoral como miembros en la Cámara de Representantes. Los estados con más electores asignados son California con 55, Texas con 38, y Florida y Nueva York, con 29 cada uno. Respecto del Senado, cada estado está representado por dos senadores nombrados por seis años.

6º. Los miembros del Colegio Electoral son elegidos por voto popular, mediante voto mayoritario en cada estado. Como la elección presidencial se realiza estado por estado, es fundamental conocer que hay estados con tradición de apoyo demócrata (como Nueva York o California), otros claramente republicanos (Texas, Alabama, Georgia), y los conocidos como 'swing states', es decir, aquellos estados que votan de forma diferente en función de cada elección, y que los convierte en los estados claves por ser los más competidos en la elección presidencial.

Por lo tanto, para los candidatos lo verdaderamente importante es ganar en el mayor número de estados. Y ello habida cuenta de que, si un candidato gana en votos en un estado, todos los electores asignados a ese estado se suman al candidato vencedor en su totalidad (método 'winner takes all'). De este modo, si el candidato republicano gana por 1 solo voto popular al demócrata --pongamos-- en el estado de Texas, todos los electores o compromisarios que tiene asignados este estado (38) irán a parar al candidato que ha vencido en el mismo.

7º. El ganador de las elecciones presidenciales es el candidato que obtenga al menos 270 votos de los 538 que conforman el Colegio Electoral. Puede darse el caso de que el candidato que gane el voto en el Colegio Electoral pueda perder el voto popular a nivel nacional. Esto ocurrió, por ejemplo, en 2000, cuando George W. Bush venció a Al Gore en el Colegio Electoral, y se convirtió en presidente de Estados Unidos, aunque perdiera el voto popular.

8º. Aunque la votación final es el 8 de noviembre, en 37 de los 50 estados lleva días en marcha el voto presencial anticipado y el voto por correo. Se calcula que un tercio de los votantes votarán por correo o presencialmente mediante el voto adelantado antes de la jornada electoral. Hasta la fecha ya han votado 14 de los más de 46 millones de electores estimados que optarán por el voto anticipado.

El voto anticipado constituye una posibilidad del sistema electoral con raíces históricas. Fue concebido a finales del siglo XVIII para que los campesinos tuvieran tiempo a llegar a la población más cercana y no se quedasen cortados por un imprevisto como las frecuentes crecidas de ríos. Por su parte, cerca del 20 por ciento de todos los votos se emiten por correo.

9º. El sistema electoral estadounidense es complejo y descentralizado. Prueba de ello es que no existe una autoridad electoral que administre las elecciones a nivel federal.

10º. Los más de cuatro millones que residen en los territorios de ultramar no tienen derecho de voto y, además, cerca de seis millones de prisioneros y ex prisioneros están desprovistos del ejercicio de su derecho de sufragio en razón de una normativa excesivamente restrictiva.

Estas particularidades explican de forma sucinta la complejidad del sistema electoral estadounidense, que perdura desde sus orígenes hace más de dos siglos hasta el día de hoy sin quiebras ni rupturas, lo que no obsta para que no deban ponerse de relieve las diversas deficiencias que presenta tanto en el marco electoral como en el propio sistema político.