La división entre Rousseff y sus aliados políticos se agudiza

Actualizado: jueves, 13 marzo 2014 10:33

BRASILIA, 13 Mar. (Reuters/EP) -  

   La división entre la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y sus principales aliados políticos se ha agudizado este miércoles, un día después de que sus socios de coalición votaron en el Congreso a favor de investigar las acusaciones de soborno presentadas contra la empresa petrolera estatal Petrobras.

   Legisladores de partidos de la coalición gobernante han convocado a un grupo de ministros del gabinete de Rousseff para que se presentaran ante diversas comisiones del Congreso en una nueva muestra de descontento.

   También han invitado a Maria das Graças Silva Foster, la presidenta ejecutiva de Petrobras, para que responda preguntas sobre las acusaciones de que una compañía holandesa pagó sobornos a empleados de la empresa para conseguir contratos de plataformas flotantes.

   La revuelta en las filas de la coalición gobernante es liderada por el partido más grande de Brasil, el centro derechista Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que compite por un mayor rol en el Gobierno de Rousseff y más fondos para los distritos de sus miembros en un año electoral.

   "El Gobierno ha descuidado a los partidos aliados y a sus líderes", ha denunciado el diputado Danilo Forte, del PMDB, que ha propuesto celebrar una convención del partido para decidir si poner fin a la alianza con el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff.

MOMENTO DELICADO PARA ROUSSEFF

   La rebelión ocurre en un mal momento para Rousseff, quien planea optar a la reelección en un escenario complicado por una desaceleración económica y una creciente inflación en el país más grande de América Latina.

   El Gobierno y sus rivales fueron sorprendidos por la magnitud de la derrota del martes, que mostró la fuerza del bloque descontento en el Congreso. La Cámara Baja aprobó por 267 votos a favor y 28 en contra la creación de una comisión especial para supervisar las investigaciones de Países Bajos y Petrobras sobre el caso de soborno relacionado con la empresa holandesa SBM Offshore NV.

   Las acusaciones de un exempleado no identificado de SBM sugieren que funcionarios de Petrobras recibieron 139 millones de dólares en sobornos a través de un intermediario.

   La comisión no tiene poder para citar testigos y no se espera que su trabajo genere consecuencias para el Gobierno. Pero puede llamar la atención a un caso de soborno que serviría como munición para los rivales de Rousseff durante la campaña.

   Rousseff presidió el directorio de Petrobras como ministra en el gobierno de su predecesor y mentor, Luis Inácio Lula da Silva, cuando supuestamente se pagaron los sobornos. Un escándalo también podría dañar al entonces presidente de Petrobras, José Sérgio Gabrielli, quien postula al cargo de gobernador en el norteño estado de Bahía este año.

   Analistas políticos dicen que la crisis de la coalición es culpa de la propia Rousseff, debido a que no le gusta la política tras bastidores y carece del carisma y las habilidades políticas que ayudaron a Lula a forjar la actual coalición gobernante.

LA PRESIDENTA, FAVORITA EN LOS SONDEOS

   Rousseff, sin embargo, es favorita para ganar la elección del 5 de octubre y nadie cree que sus aliados opten por separarse. "Ellos le sacarán al Gobierno tanto como puedan, pero al final del día sumarán fuerzas con Rousseff para evitar el riesgo de una derrota en las elecciones", ha opinado André Cesar, un analista político de Prospectiva Consultoria, una consultora con sede en Brasilia.

   El senador Romero Jucá del PMDB ha subrayado que Rousseff había pasado por alto las relaciones del Gobierno con sus aliados en el Congreso porque, a diferencia de Lula, a ella simplemente no le gusta hablar con políticos.

   "La alianza del PMDB-PT terminará después de estas elecciones. Sólo una cosa podría cambiar eso: si Lula postula nuevamente en el 2018", ha advertido Jucá en una entrevista.