AVALON (CALIFORNIA), 13 May. (EP/AP) -
El tiempo frío ha ayudado a los bomberos que intentan controlar el fuego de 1.700 hectáreas que devora el interior de la isla de Santa Catalina, en la costa de California, por lo que los 4.000 habitantes de la principal localidad de la isla ya han podido regresar a sus casas, evacuadas ante la cercanía de las llamas.
Las autoridades aseguran tener controlados unos dos tercios de la extensión del fuego y está previsto que se consiga rodear por completo en la tarde del martes, informó el capital de los Bomberos del Condado de Los Ángeles Andrew Olvera.
"Las condiciones meteorológicas están sin duda a nuestro favor. Crece la humedad, descienden el viento y el calor", afirmó Olvera.
Una vivienda y seis establecimientos comerciales quedaron calcinados el pasado jueves, pero ninguna persona resultó herida de gravedad. Sin embargo, se estima que el fuego ha causado daños por valor de 2,1 millones de dólares (1,6 millones de euros).
El fuego pudo haber sido provocado por trabajadores que levantaban antenas en una estación de radio del interior de la isla, aseguró el jefe de Bomberos de Avalon, Steven Hoefs. Bill Agesta, jefe de ingenieros de la radio KBRT-AM, reveló que los trabajadores estaban cortando un cable de antena de acero con una radial a gas cuando comenzó el fuego.
Agesta aseguró que nada más ver el fuego corrió a la estación de radio para avisar a los bomberos, pero cuando regresó al lugar se percató de que el fuego se había desplazado varios centenares de metros y que ya había consumido la camioneta de los trabajadores. Entre todos intentaron apagar el fuego con dos extintores de mano, pero no lo consiguieron.
Mientras, Los Ángeles recupera poco a poco la normalidad con la reapertura de algunas zonas del Parque Griffith, el Zoológico, el Museo Autry y el Observatorio.
En otras partes de Estados Unidos, los bomberos combaten los incendios de Georgia y el norte de Florida, en los que han ardido ya unas 85.800 hectáreas.
Cerca de la frontera con Canadá también se ha retirado la orden de evacuación, como en el noreste de Minnesota, donde ya han ardido 22.000 hectáreas de bosques.
