EEUU.- El Fiscal General estadounidense critica a quienes cuestionan la legalidad de la vigilancia extrajudicial

Actualizado: sábado, 18 noviembre 2006 19:12

NUEVA YORK, 18 Nov. (EP/AP) -

El Fiscal General estadounidense, Alberto Gonzales, atacó hoy a quienes critican la nueva legislación aprobada por el Gobierno del presidente George W. Bush para la vigilancia extrajudicial. Los que atacan esta normativa entienden la libertad de un modo que representan una "grave amenaza" para la seguridad estadounidense.

Gonzales se une así a las críticas del vicepresidente Dick Cheney, quien ayer viernes calificó de "acto intolerable de extralimitación judicial" a la sentencia que en agosto declaró inconstitucional esta legislación.

El Fiscal General estadounidense realizó estas declaraciones en la Academia de la Fuerza Aérea estadounidense en Colorado Springs, Colorado.

Según Gonzales, hay quien ve en este programa un recorte de las libertades en lugar de un modo de proteger al país, "pero esta postura supone ser corto de miras". "Su definición de la libertad, completamente apartada de la responsabilidad cívica, es superficial y supone en sí misma una grave amenaza para la libertad y la seguridad del pueblo americano", aseguró.

Gonzales tachó de "mito" el supuesto sacrificio de las libertades civiles liberticidio en pro de la lucha contra el terrorismo. Defendió además la Ley Patriótica y el envío de sospechosos de terrorismo a la base militar estadounidense de Guantánamo, en Cuba.

"Alcanzar la victoria a costa de la erosión de las libertades civiles no sería una auténtica victoria. No podemos modificar el núcleo identitario de nuestra nación y afirmar que hemos ganado", aseguró.

La postura de Cheney y Gonzales supone un nuevo elemento de presión para que el Congreso estadounidense apruebe la legislación sobre el programa de vigilancia extrajudicial antes del fin de la legislatura, a principios de 2007, cuando los nuevos miembros del Senado y la Cámara de Representantes tomen posesión. Sin embargo, la oposición de los demócratas podría ser suficiente para frenar el proyecto de ley, ya que serían necesarios 60 votos afirmativos en el Senado para que fuera aprobada, cuantía lejana a las posibilidades demócratas.