Archivo - El opositor ruso Vladimir Kara Murza - Europa Press/Contacto/Mihail Siergiejevicz
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Estados Unidos y Francia han rechazado la condena a 25 años de prisión al opositor ruso Vladimir Kara Murza, y han alertado de que esta sentencia es una muestra más de lo que consideran es una "creciente campaña de represión" orquestada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
De acuerdo con el viceportavoz del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, la condena de Kara Murza ha sido dictada por "motivos políticos", con lo que ha aprovechado para exigir una vez más la inmediata liberación del opositor y el resto de los "más de 400 presos políticos en Rusia".
"Reafirmamos nuestra solidaridad con el señor Kara Murza y con todos los valientes defensores de un futuro mejor para Rusia que se encuentran detenidos injustamente, incluidos Alexei Navalni, Ilya Yashin y muchos otros", ha remarcado la cartera diplomática estadounidense en un comunicado.
En la misma línea, el Ministerio de Exteriores de Francia se ha mostrado "consternado" por la condena al destacado opositor pues "constituye una nueva muestra de la campaña de represión llevada a cabo por las autoridades rusas contra las voces críticas con el poder".
Así, desde París han alertado de la degradación del sistema jurídico ruso, pues consideran que el presidente Putin lo ha instrumentalizado y convertido en una herramienta de opresión contra todos aquellos que alcen la voz en contra del Kremlin y sus políticas.
Por otro lado, la diplomacia gala ha pedido prestar atención al estado de salud de Kara Murza, el que consideran se ha deteriorado en las últimas semanas debido a las "deplorables condiciones" en las que permanece detenido.
"Francia pide a Rusia que respete el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, libere a los presos políticos y abandone los procesos judiciales contra ellos", ha zanjado el Ministerio de Exteriores francés, que ha recordado también la figura de otros opositores como el mencionado Navalni.
REACCIÓN RUSA
Tras estas críticas, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha reprochado esta "injerencia directa en los asuntos internos de Rusia", en partucular por parte de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.
Moscú considera "inaceptables" los comentarios de la embajadora británico ante Rusia, Deborah Bronnert, a la que ha emplazado a "no politizar la cuestión de los derechos humanos", en palabras de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova.
Bronnert ha calificado de "escandalosa" la condena impuesta a Kara-Murza y ha pedido su "liberación inmediata", por lo que fue convocada por el Gobierno ruso.
"No está claro en qué se basan los diplomáticos británicos para juzgar la legitimidad de las sentencias judiciales contra ciudadanos de otros países en una jurisdicción que nada tiene que ver con Londres", ha argumentado.
Para Zajarova es el "colmo del cinismo" la exigencia de Estados Unidos y Canadá para liberar a Kara-Murza mientras se incumplen "sin pudor" los derechos humanos en sus países y se persigue a la disidencia.
"Washington y Ottawa deberían aprender que los intentos de presionar a las autoridades y a la judicatura independiente rusas están condenados al fracaso. Los traidores, Vlasov y Bandera modernos, aplaudidos por Occidente, tendrán lo que se merecen", ha remachado Zajarova en referencia al general ruso Andrei Vlasov, que desertó del Ejército Rojo para colaborar con la Alemania nazi en plena Guerra Mundial y al líder ultranacionalista ucraniano Stepan Bandera.
Kara Murza, que ya estaba considerado por las autoridades rusas como un agente extranjero, ha sido condenado por traición, difusión de información falsa sobre las Fuerzas Armadas y cooperación con una organización indeseable. El tribunal también le ha prohibido ejercer el periodismo durante siete años, aunque su defensa ha anunciado que recurrirá la sentencia.
La sentencia ha despertado las críticas de otros países como Reino Unido, que ha llegado a convocar al embajador ruso en Londres para trasladarle personalmente su malestar por la condena dictada contra Kara Murza, que tiene también nacionalidad británica. Letonia, por su parte, ha declarado 'persona non grata' a diez rusos por su responsabilidad en este proceso.
Naciones Unidas ha catalogado la condena de Kara Murza como "otro golpe al Estado de Derecho", mientras que desde la Unión Europea han denunciado que el fallo judicial "demuestra claramente y una vez más el mal uso político del aparato judicial" de Rusia para "presionar a activistas y defensores de los Derechos Humanos".