EEUU pide más presión a dirigentes: "La UE debería pensar si quiere ser patio de recreo para criminales"

El enviado de Trump para Venezuela tratará mañana la situación del país con responsables de Presidencia de España
REUTERS / LUCAS JACKSON - Archivo
Actualizado: jueves, 11 abril 2019 10:24

Abrams se dice dispuesto a colaborar con la ayuda humanitaria de Cruz Roja, si realmente es neutral

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, cree que la UE debería actuar más decididamente contra dirigentes del régimen de Nicolás Maduro y sus familias: "La UE debería considerar si quiere convertirse en un patio de recreo para venezolanos que son criminales, o para sus familias, gente que realmente han robado dinero al pueblo venezolano".

Así lo ha afirmado en rueda de prensa en Madrid, precisando que Europa podría pensar en restringir más las visitas o los permisos de residencia, en imponer sanciones contra individuos o en congelación de activos venezolanos. Abrams ha confirmado que planteó este asunto de las sanciones en las conversaciones que mantuvo el miércoles con altos responsables del Gobierno español, pero ha dejado claro que es una decisión europea.

El enviado de Donald Trump se reunió con el secretario general de Asuntos Internacionales de Presidencia, José Manuel Albares, y con el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia. También, según ha desvelado, con el ex presidente del Gobierno Felipe González, cuyas impresiones sobre Venezuela quería conocer dada su larga trayectoria en la región.

Según ha dicho, Estados Unidos aprecia el "liderazgo" de España en la UE sobre este asunto, basado en los vínculos históricos del país con la región. Además, ha hecho hincapié en que entre la UE y Estados Unidos hay una base de coincidencia fundamental, y es que todos tienen el mismo objetivo: la restauración de la democracia mediante la celebración de elecciones libres. También comparte la sensación de "urgencia" que, según ha destacado, expresó el ministro Josep Borrell el lunes en Luxemburgo.

Así, ha dicho que, "en gran parte", el grupo de contacto internacional que promueve España puede ser útil. Sin embargo, la discrepancia está en que Washington considera que con Nicolás Maduro no se puede negociar nada más que su salida, como también piensan varios países europeos, y que con él en el poder es imposible que se celebren elecciones de forma libre y democrática, como ya sucedió el pasado mes de mayo.

Es más, ha detallado que, en su opinión, lo más lógico es que Maduro deje no solo el poder sino el país. Eso sí, aunque sigue convencido de que España puede ser un sitio donde se exilien responsables chavistas una vez que caiga el régimen, ha señalado que no ha mantenido discusiones largas sobre "qué pasa con Maduro". Y ha reconocido que algunos dirigentes querrán ir a destinos donde puedan estar a salvo del Tribunal Penal Internacional, como Cuba o Rusia, "aunque allí hace mucho frío y no hablan español".

TODAS LAS OPCIONES SOBRE LA MESA

Abrams ha dejado claro que "todas las opciones", incluida la militar, siguen sobre la mesa, pero ha asegurado que ese no es el camino que está siguiendo ahora Estados Unidos, que está centrado en una "política pacífica" de organizar una presión internacional, política, económica y financiera contra Maduro.

El abanico de presión económica, ha señalado, no está agotado, sino que Estados Unidos aún podría hacer más, y no ha querido especular sobre qué hará si la presión económica no funciona: "Espero que no tengamos que responder a esa pregunta".

Y además, cree que "la presión más importante" es la que está viniendo del pueblo venezolano, porque "no pueden vivir". "Es casi impensable que el que era el país más rico de América Latina esté cayendo en el hambre, no hay luz, no hay agua pura", ha remarcado.

En este ámbito, ha avanzado que Estados Unidos incluirá parte del equipamiento médico que ha enviado a Cúcuta (Colombia) en el cargamento de ayuda humanitaria que introducirá en Venezuela la Federación Internacional de la Cruz Roja.

Washington lo ve como un "experimento" para ver si Maduro acepta que la ayuda se reparta con criterios de neutralidad y no intervención política a quien más lo necesita y no, como ha hecho en el pasado, con "carnets de la patria" para utilizarla políticamente. "Estamos dispuestos a colaborar pero tiene que cumplir los principios de la ayuda humanitaria", ha dicho.

EL CICR PODRÍA VISITAR PRISIONES

En cuanto al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), cuyo presidente, Peter Maurer, se reunió el miércoles con Maduro, cree que podría ser útil para visitar prisiones, como hace en todo el mundo, pero se ha preguntado si el régimen lo permitirá.

Precisamente por esa presión del pueblo venezolano, que percibe como creciente, Abrams rechaza la tesis de que el tiempo corra a favor de Maduro. De hecho, también ha negado que el régimen haya demostrado ser más resistente de lo que pensaba Estados Unidos. Según ha dicho, cuando a él no le nombraron para el cargo no le adelantaron que fuese para un trabajo fácil ni breve.

"No esperábamos un cambio rápido", ha asegurado. En el mismo sentido, ha reafirmado su apoyo a las decisiones de la Asamblea Nacional venezolana que, a su modo de ver, hizo lo correcto proclamando a Juan Guaidó el 23 de enero, porque había un vacío de poder --teniendo en cuenta que la comunidad internacional no reconoció las elecciones de 2018 en las que descansa el mandato de Maduro desde el 10 de enero-- y, además, "ha tenido un impacto considerable" en el mundo.

"YA HAY UNA INTERVENCIÓN, CUBANA Y RUSA"

Abrams no ha querido especular sobre las condiciones de una eventual intervención porque, según ha insistido, no es ese camino en el que trabaja actualmente Washington. En todo caso, ha incidido en que si eso preocupa en España o en Europa, la posición de Estados Unidos es que ya hay una intervención en Venezuela hoy en día", puesto que hay miles de agentes de inteligencia cubanos y ahora también militares rusos.

El enviado de Donald Trump sigue convencido de que ofrecer un lugar de exilio a quienes quieran marcharse puede ser "una contribución al camino de la democracia" y que España es un lugar propicio por el idioma. Sin embargo, Borrell advirtió el miércoles de que España no puede ser "un santuario" porque el Gobierno no puede garantizar inmunidad si alguien los denuncia a los tribunales o el TPI decide actuar.

En ese sentido, ha señalado que el entonces presidente Felipe González hizo ofertas en ese sentido a Ronald Reagan para ayudar a las transiciones democráticas en los ochenta, y que el dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez se exilió en España --aunque bajo la dictadura de Francisco Franco--. En todo caso, ha señalado que es una decisión que tiene que tomar España.