MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) se ha unido este martes al llamamiento de su filial en Australia, la Alianza de Medios y Entretenimiento de Australia, para pedir la retirada de los cargos penales impuestos por las autoridades egipcias al periodista australiano Austin Mackell, su traductor local, Aliya Alwi, y el estudiante estadounidense Derek Lodovici.
Austin Mackell es un joven periodista independiente que se mudó a Egipto en febrero del año pasado. Desde entonces, ha informado de manera crítica sobre la brutal represión de manifestantes ordenada por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna Egipto desde la renuncia el 11 de febrero de 2011 del presidente, Hosni Mubarak.
El 11 de febrero pasado, Mackell, Alwi y Lodovici fueron a la ciudad de Mahalla al Kubra, en el norte del país, para entrevistar a Kamal el Fayoumi, un sindicalista muy conocido. A su llegada, fueron atacados y amenazados por una pequeña turba. Un oficial de Policía les indicó cómo llegar a una comisaría para resguardarse de los ataques. Al llegar a comisaría, fueron detenidos, interrogados y se les restringió la comunicación con el exterior durante el arresto, que se prolongó durante 56 horas.
Mackell, Alwi y Lodivi han dicho que han sido acusados de "incitar a la gente a cometer actos de vandalismo contra la propiedad pública y edificios gubernamentales". En concreto, son sospechosos de haber ofrecido dinero a niños para que arrojaran piedras contra la comisaríade Qism el Tani en Mahalla. Si son declarados culpables, se enfrentarán a una pena de entre cinco y siete años de prisión. Los tres niegan los cargos, según ha explicado en un comunicado la FIP.
Desde que los pusieron en libertad, se han enfrentado a continuas amenazas y hostigamientos. La Policía informó de su detención, publicando sus fotografías y datos en la prensa egipcia.
El pasaporte de Mackell, su cámara, su ordenador portátil y un disco duro externo han sido confiscados junto con 800 libras egipcias que mantienen en su apartamento. La cámara de su compañero de piso también fue confiscada, junto con el teléfono móvil de Alwi y el dinero de ambos. A Mackell también le preocupa que la información personal de su ordenador sea copiada, poniendo en peligro su trabajo como periodista y posiblemente sus fuentes, según ha denunciado la FIP.
La asociación ha asegurado que los cargos en contra de Mackell, Alwi y Ludovici tienen una motivación política, con el objetivo de intimidar a los periodistas independientes que quieren informar sobre las movilizaciones en Egipto, sobre todo en Mahalla.
Además, ha pedido al Consejo Supremo que se retiren los cargos en contra de los periodistas y tomen medidas para asegurar los derechos a la libertad de prensa y que la organización se mantenga dentro de Egipto.
