La Presidencia expresa su rechazo "a todas las formas de violencia contra la mujer"

MADRID 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Presidencia de Egipto ha expresado este viernes su rechazo "a todas las formas de violencia contra la mujer bajo cualquier razón o denominación", apenas un día después de que la formación islamista Hermanos Musulmanes dijera que la declaración que debate Naciones Unidas sobre Derechos de la Mujer "llevaría a la completa desintegración de la sociedad".

Ante la oleada de críticas desatada por la postura del partido, al que pertenece el presidente del país, Mohamed Mursi, la Presidencia ha recalcado que "Egipto está adoptando una estrategia integrada para eliminar este elemento negativo (de la violencia contra las mujeres), que data del periodo anterior a la revolución".

En este sentido, ha explicado que el Gobierno tendrá estrategias a corto, medio y largo plazo para combatir todas las formas de violencia contra la mujer, incluyendo el acoso sexual, y que trabajará para empoderar a las mujeres del país, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.

"A largo plazo, la Presidencia desarrollará un plan nacional de empoderamiento y participación femenina y adoptará una visión que haga frente a las causas que general la marginalización de las mujeres, teniendo en cuenta el empoderamiento de la familia, que constituye el núcleo de la sociedad", ha agregado.

Por último, la Presidencia ha reseñado que la delegación egipcia que está participando en las reuniones sobre la carta de Derechos de la Mujer "está participando activamente en los esfuerzos para alcanzar conclusiones conjuntas en el contexto de su compromiso con la Constitución y respetando las elecciones hechas por el pueblo tras la revolución".

En su polémico comunicado, Hermanos Musulmanes apuntó que, de ser ratificado en su actual redacción, el texto "sería el paso final de la invasión cultural e intelectual de los países musulmanes" y resaltó que el mismo incluye artículos "que contradicen principios establecidos del Islam y que minan la ética islámica, destruyendo la familia, una construcción básica de la sociedad, tal y como recoge la Constitución del país".

CRÍTICAS AL TEXTO

Así, la formación islamista enumeró un total de diez puntos que "revelan la decadencia que espera al mundo musulmán" en caso de que se ratifique el documento.

En primer lugar, destacó que el texto "garantiza a las niñas total libertad sexual, así como libertad para elegir su género y el género de su pareja, al tiempo que eleva la edad de matrimonio", tras lo que denunció que "permitiría el uso de anticonceptivos por parte de adolescentes y legalizaría el aborto en nombre de derechos sexuales y de reproducción".

Posteriormente, criticó que el documento "dé igualdad de derechos a las mujeres adúlteras y a los hijos ilegítimos de relaciones adúlteras", así como que "garantice igualdad de derechos a los homosexuales y da protección y respeto a las prostitutas".

En quinto lugar, Hermanos Musulmanes puntualizó que este documento "da derechos a las mujeres para que presenten demandas contra sus maridos en los que les podrán acusar de violación o acoso, forzando a las autoridades a imponer castigos similares a los prescritos en caso de que los abusos los cometiera un extraño".

Otro de los focos de sus críticas es que tanto hombres como mujeres tengan los mismos derechos a la hora de heredar, así como la sustitución de la figura del 'guardián' y la repartición de obligaciones en el hogar en campos como los gastos, la cría de los hijos y las tareas domésticas.

Asimismo, mostró su malestar ante "la igualdad en la legislación de matrimonios, lo que permitiría a mujeres musulmanas casarse con hombres no musulmanes", así como "la abolición de la poligamia, la dote y la obligación de los hombres de ocuparse de los gastos familiares".

La formación islamista criticó también que "se quite a los maridos la autoridad del divorcio para ponerla en manos de jueces" y que "haya que dividir las propiedades tras el divorcio". Por último, denunció que el texto "cancela la necesidad de que haya consentimiento del marido para que la mujer pueda viajar, trabajar o usar anticonceptivos".

PETICIÓN DE RECHAZO

Por todo ello, Hermanos Musulmanes dijo que el texto es "una herramienta destructiva que minará la institución de la familia, subvertirá la sociedad y la arrastrará a la ignorancia vigente en la época preislámica".

Así, solicitó a los líderes de los países musulmanes y a sus representantes ante Naciones Unidas que rechacen y condenen el texto, al tiempo que urgió a la Universidad de Al Azhar --el centro suní más importante del mundo-- a que condene la declaración y "recalque el punto de vista islámico respecto al documento".

Egipto se ha unido a Irán, Rusia y Vaticano --hecho que ha sido descrito por algunos diplomáticos occidentales como 'la alianza impía'-- en sus intentos por bloquear la declaración sobre derechos de la mujer en su actual formato argumentando divergencias de lenguaje en las materias de derechos sexuales, reproductivos y de los homosexuales.