MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas de seguridad iraquíes y las milicias paramilitares afines han ejecutado extrajudicialmente a 255 presos suníes en menos de un mes, según ha informado la ONG Human Rights Watch, que atribuye estas muertes a "una amplia campaña" para matar a los presos suníes.
"Los relatos apuntan directamente a las fuerzas de seguridad iraquíes y a las milicias progubernamentales como responsables de la muerte de hombres bajo custodia (...). No se trata de un comandante díscolo, sino que parece una amplia campaña para matar a los presos suníes a sangre fría", ha indicado el subdirector para Oriente Próximo de HRW, Joe Stork, en un comunicado oficial.
El grupo ha documentado cinco matanzas entre el 9 y el 21 de junio en las que murieron 255 presos, la gran mayoría por disparos de arma de fuego. En un caso los responsables de estas muertes prendieron fuego a decenas de presos y en dos más lanzaron granadas dentro de las celdas. Al menos ocho de los fallecidos eran menores de 18 años.
Las ejecuciones de suníes las perpetraron las fuerzas militares, policiales y paramilitares afines al Gobierno --integradas en su mayoría por chiíes-- a medida que se retiraban de las regiones del este y el norte del país ahora bajo control de los yihadistas del Estado Islámico, anteriormente conocido como Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), ante las noticias sobre las liberaciones masivas de presos suníes en las zonas tomadas por los islamistas.
Las fuerzas de seguridad mataron a los suníes, según HRW, para evitar que se sumaran a los insurgentes y para vengar las ejecuciones de militares y policías apresados por el Estado Islámico durante su avance.
"Matar a tiros a presos es una flagrante violación del Derecho Internacional. Mientras el mundo denuncia correctamente los atroces actos del ISIS, no debería seguir callando ante matanzas sectarias perpetradas por fuerzas gubernamentales o progubernamentales", ha señalado Stork.
CASO POR CASO
El primer caso documentado por HRW es el del 9 de junio en Mosul, donde efectivos de la prisión de Antiterrorismo y Crimen Organizado de la ciudad ejecutaron a 15 presos suníes turkmenos, trece con disparos y dos más muertos por la explosión de sendas granadas lanzadas dentro de sus celdas.
El segundo se produjo también el 9 de junio en Al Wahda, a las afueras de Baquba (Diyala), donde guardias de la comisaría de la localidad ayudados por milicianos chiíes mataron a 43 presos.
Ya el 17 de junio milicianos chiíes progubernamentales mataron al menos a 43 presos, todos hombres, en una base militar en la localidad de Yumarje, también en Diyala. El cuarto caso fue en Rawa el 21 de junio, cuando murieron 25 presos a manos de militares. El último caso documentado por HRW es el del 23 de junio en Hilla, donde murieron 69 presos dentro de sus propias celdas.
La agencia de noticias Reuters informó de un sexto caso en el que policías ejecutaron a 69 presos dentro de sus celdas el 23 de junio en la ciudad de Hilla, provincia de Babel.
