BEIRUT, 2 Feb. (Reuters/EP) -
Soldados sirios han cerrado plazas públicas en Hama después de que algunos residentes arrojaran pintura roja como símbolo de la sangre derramada para conmemorar el 30 aniversario de la masacre que ordenó el padre del actual presidente, Bashar al Assad, para sofocar una revuelta contra su régimen.
Activistas en Hama han indicado que camiones de bomberos han procedido a limpiar la pintura derramada en el suelo durante la noche en recuerdo del ataque de 1982 contra la ciudad --centro de una revuelta islamista contra Hafez al Assad-- que costó la vida a 10.000 personas.
"Quieren matar la memoria y no quieren que recordemos", ha denunciado un activista en la ciudad, donde algunos residentes dijeron que los tanques bloquearon las principales plazas para impedir las manifestaciones. "Pero no lo aceptaremos", ha añadido.