MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Líbano, Michel Aoun, está siendo objeto de una "campaña de presión" para impedir la celebración de consultas parlamentarias, previstas para este lunes, para elegir primer ministro a pesar de la falta de consenso.
El mandatario tiene intención de compartir con el Parlamento la carga de esta designación, ahora mismo paralizada, para aliviar la presión social sobre su figura, en medio de la peor crisis económica y política de la historia reciente del país.
"El presidente Aoun no aceptará llevar solo la carga de posponer las consultas, y por eso sólo aceptará una solicitud pública y clara de posponer las consultas", según han informado fuentes próximas al periódico Asharq al Awsat. Estas fuentes han indicado que solo una consulta popular "pública y clara" podría interrumpir este procedimiento.
En este sentido, han denunciado "una clara inclinación a responsabilizar al presidente Aoun por el aplazamiento y la demora en la formación del Gobierno como parte de una campaña nacional y extranjera" contra su mandato, de acuerdo con los comentarios de estas fuentes, recogidos a su vez por el portal Naharnet.
Aoun había asegurado a principios de esta semana que las consultas parlamentarias tendrán lugar con puntualidad y "cualquier posible aplazamiento deberá estar justificado", según hizo saber a través de su cuenta en la red social Twitter.
La Constitución libanesa exige al presidente convocar un día de consultas con todos los partidos que cuentan con representación parlamentaria para que presenten a su candidato al puesto, para el que figuran como favoritos los ex primeros ministros Nayib Mikati y Tamam Salam, entre otras figuras.
Saad Hariri presentó su dimisión el 15 de julio, cerca de nueve meses después de ser nombrado para el cargo y ante su incapacidad para formar Gobierno debido a sus tensiones con el mandatario. Tras ello, ambos se acusaron nuevamente del bloqueo en el proceso de conversaciones.
El líder de Al Mustaqbal fue nombrado cerca de un año después de dimitir en medio de movilizaciones masivas contra él por la crisis económica y tras la dimisión del actual primer ministro en funciones, Hasán Diab, tras las explosiones registradas en agosto de 2020 en el puerto de la capital, Beirut, que dejaron más de 200 muertos y enormes daños materiales en la ciudad.
