Erdogan defiende que el futuro presidente tenga más poderes que en la actualidad

Publicado: martes, 8 abril 2014 14:36

ESTAMBUL, 8 Abr. (Reuters/EP) -

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado este martes que el papel del "primer presidente electo" del país deberá tener un papel más importante que el que disfruta en la actualidad, con lo que ha aumentado los rumores sobre su posible candidatura de cara a las próximas elecciones presidenciales.

"Las responsabilidades serán diferentes después de estas elecciones. No será un presidente de protocolo sino uno que suda, que corretea, que trabaja duro", ha asegurado Erdogan. "El presidente será elegido por la población por primera vez, es importante en este sentido", ha subrayado.

El mandatario no podrá participar en una cuarta carrera electoral en representación del Partido Libertad y Justicia (AKP), debido a las normas de la formación, aunque no ha ocultado su ambición de convertirse en el próximo presidente de Turquía, cargo que en la actualidad ostenta Abdulá Gul.

Pese a que Erdogan atraviesa una crisis de popularidad por varios escándalos de corrupción, su formación ha vencido en las últimas elecciones municipales con buenos resultados, una situación que podría empujar a Erdogan de forma definitiva a presentarse a las elecciones presidenciales, previstas para el próximo mes de agosto.

Hasta ahora el Parlamento de Turquía era el encargado de nombrar presidente de la República. Los expertos apuntan a que Gul, fundador del AKP, podría suceder a Erdogan como candidato a primer ministro si finalmente éste opta a la carrera presidencial.

Pese a que tanto Erdogan como Gul han sido aliados durante mucho tiempo, sus relaciones parecen haberse enfriado durante el último año, tras la dura represión de las manifestaciones del verano pasado y por los escándalos de corrupción y la respuesta que ha dado el mandatario, que ha llegado a prohibir la red social Twitter.

Lo que ocurra en las urnas el año que viene también dependerá de si Erdogan es capaz de sacar adelante la nueva Constitución, que prevé un presidente ejecutivo, algo que se ve cada vez más improbable a medida que se aproximan las elecciones.

Los esfuerzos para elaborar la nueva Carta Magna están bloqueados por el desacuerdo de los cuatro principales partidos, principalmente ante la cuestión de la concesión de más poderes al presidente.