Eritrea niega que esté proporcionando armas a las milicias de Al Shabaab

NAIROBI/MOGADISCIO, 6 Nov. (Reuters/EP) -

El Ministerio de Exteriores eritreo ha negado que su país esté proporcionando armas a las milicias islamistas de Al Shabaab, como sospechan las autoridades de Kenia, país donde se refugian y actúan un gran número de los guerrilleros de esta organización.

Eritrea ha lamentado el comportamiento exhibido por el ministro de Exteriores keniano, Moses Wetangula, quien el pasado viernes convocó al embajador de Eritrea para advertirle de que Nairobi podría tomar nuevas medidas en respuesta a las informaciones que acusan a este país de armar a la milicia somalí Al Shabaab, afín a Al Qaeda. "Hay una posibilidad de que estén suministrándose armas desde su país a Al Shabaab", comentó el ministro Wetangula.

En respuesta, el Ministerio de Exteriores eritreo ha comentado a través de una nota oficial que considera "extremadamente lamentables" las declaraciones de Wetangula "en relación a la historia inventada sobre armas eritreas que llegan a Al Shabaab en Somalia".

Las tropas kenianas cruzaron el mes pasado la frontera con Somalia para combatir a Al Shabaab, en una represalia directa a los últimos secuestros de cooperantes en la zona. El Ejército de Kenia amenazó esta semana con ampliar este operativo y completarlo con bombardeos aéreos contra supuestos almacenes de armas.

Eritrea niega que, como ha trascendido, enviase dos lotes de armas al feudo islamista de Baidoa. Las autoridades eritreas atribuyen estas acusaciones a un intento de sus rivales regionales por perjudicar su reputación.

Naciones Unidas también denunció en julio, en un informe, la supuesta financiación que Eritrea entregaba a Al Shabaab y vinculó a este país con un complot para atentar contra la cumbre de la Unión Africana en Etiopía. Para el Gobierno eritreo, se trató de una acusación "ridícula y absurda".

La ONU ha impuesto a Eritrea un embargo de armas, así como una prohibición para viajes y la congelación de activos de líderes políticos y militares como castigo a la violación del embargo armamentístico fijado sobre Somalia.