MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, consideró hoy que la crisis con Marruecos por la visita de los Reyes a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla es una "divergencia en un aspecto concreto que no tiene por qué extenderse al conjunto de la relación" entre los dos países porque España tiene "una relación muy sólida con Marruecos".
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, León opinó que "a medida que la presión va subiendo y que va pasando el tiempo, el tono también va subiendo", en referencia a las críticas que llegan desde Rabat, y en este sentido puso como ejemplo que, a pesar de que "Reino Unido y España son socios muy importantes", la cuestión de Gibraltar "es una divergencia importante" y que "cuando se producen situaciones que no gustan al Gobierno y a la sociedad española, éstas se expresan con reiteración".
A juicio del secretario de Estado, el rey de Marruecos, Mohamed VI, reafirmará hoy la posición de Rabat, "posición bien conocida por todos los españoles y por el Gobierno, su reivindicación de soberanía sobre Ceuta y Melilla" durante el discurso que pronunciará con motivo del 32 aniversario de la Marcha Verde en el Sáhara, en el que se conmemora "la recuperación de Marruecos de sus provincias del sur" que hasta ese momento eran colonia española.
No obstante, León remarcó que "la posición del Gobierno español es también muy conocida", por lo que subrayó que "los dos países expresarán libremente sus posiciones", pero aseguró que esta crisis "no abarca el conjunto de la relación".
En este sentido, reconoció que en las relaciones España-Marruecos se ha producido en las últimas semanas "una confluencia de factores" que han podido agravar la situación, como el anunció del juez Baltasar Garzón al declararse competente para juzgar presuntas torturas en el Sáhara occidental, así como la preocupación mostrada por algunas autoridades marroquíes por la situación en el poblado de la Cañada Real (Madrid), donde viven varios compatriotas.
Según León, "no vamos a negar la realidad, pero por encima de eso hay una relación muy sólida y Marruecos es un socio estratégico para España y esa relación se tiene que mantener". "Con el tiempo, estoy convencido de que se seguirá reforzando porque esos son los intereses profundos y reales de Marruecos y España", concluyó.
