LONDRES 27 Feb. (Reuters/EP) -
El compromiso del primer ministro británico, David Cameron, de reducir el flujo migratorio por debajo de las 100.000 personas al año se han visto ensombrecidas por las cifras facilitadas este jueves, que han desvelado un aumento del 37 por ciento en la llegada de extranjeros al país.
La cuestión de la inmigración presiona a Cameron de cara a las elecciones europeas del mes de mayo. Las encuestas de opinión muestran que es uno de los tres asuntos que más preocupan a los británicos, por lo que la intención de voto al Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP) ha aumentado.
Los miembros euroescépticos del Partido Conservador han demandado a Cameron que se muestre más duro ante la inmigración, por lo que el 'premier' ha prometido en varias ocasiones que rebajará la afluencia neta a "unas decenas de miles" de inmigrantes en 2015.
Sin embargo, la Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido (ONS) ha cifrado el flujo neto de inmigración entre septiembre de 2011 y 2012 en 154.000 personas.
La ONS ha resaltado el aumento de inmigración procedente de la Unión Europea (UE), que ha aumentado un 40 por ciento, la cifra más alta desde que se comenzaron a realizar este tipo de estadísticas, en 1964. Los europeos tienen derecho a trabajar y vivir en cualquier país de la eurozona, con algunas excepciones temporales para los nuevos Estados miembro.
Además, la ONS ha indicado que la mayor parte de los europeos que han inmigrado a Reino Unido proceden de Rumanía y Bulgaria, aunque estas cifras han sido recogidas con anterioridad a las restricciones aprobadas por el Gobierno, que entraron en vigor en enero de 2014.
REACCIÓN
Un portavoz de Cameron ha valorado en declaraciones a Reuters que ha habido una caída significativa en la inmigración neta desde la cifra máxima alcanzada en 2010, además de asegurar que el Gobierno mantiene su objetivo de rebajar la inmigración.
"Es absolutamente nuestro objetivo y es en lo que vamos a continuar trabajando", ha asegurado el portavoz. En este sentido, este mes el Ejecutivo británico ha presentado nuevas normativas para limitar el acceso a los inmigrantes europeos al sistema de bienestar británico.
Por su parte, el líder de UKIP, Nigel Farage, se ha mostrado indignado por estas cifras y ha asegurado que es "completamente inútil establecer objetivos de inmigración si ni siquiera se puede decidir quién llega al país", en referencia a la UE.
"Hasta que acabemos con la política de inmigración de puertas abiertas con la UE tomemos de nuevo el completo control sobre nuestras fronteras, no se podrá hacer nada", ha criticado.