PEKÍN, 27 Dic. (Reuters/EP) -
El primer ministro de China, Wen Jiabao, ha afirmado que el Estado debe ofrecer a los campesinos una parte mayor de los beneficios que generan las tierras que les expropió para fomentar el crecimiento económico del país.
Además, Wen ha dicho a las autoridades que no deben obligar a los aldeanos a renunciar a los derechos sobre sus tierras, incluso aunque emigren a las ciudades para buscar un empleo, según ha informado la agencia de noticias Xinhua.
Este discurso pronunciado por el primer ministro en una conferencia anual sobre política agraria pone de manifiesto lo graves que han llegado a ser los problemas relacionados con las tierras para el Partido Comunista de China, que intenta promover la urbanización y la industrialización y, al mismo tiempo, luchar contra la desigualdad y el malestar social en las zonas rurales.
Wen ha indicado que en las últimas décadas se ha experimentado un rápido crecimiento económico gracias, en parte, a que el Estado ha expropiado tierras a los campesinos a cambio de una escasa compensación y que ha llegado el momento de apoyar a esas personas.
"Debemos reconocer que el nivel de desarrollo económico de nuestro país ha aumentado mucho. No podemos seguir sacrificando los derechos de los campesinos sobre sus tierras para reducir los costes de la industrialización y la urbanización", ha subrayado.
"Debemos --y además se dan las condiciones para hacerlo-- incrementar la porción de los beneficios que se da a los campesinos por la revalorización de la tierra", ha propuesto.
El primer ministro, que abandonará el cargo dentro de algo más de un año, se ha comprometido a intentar que el año que viene se aprueben nuevas normas para combatir los abusos y la desigualdad que sufren los afectados por las expropiaciones.
PROTESTAS EN WUKAN
Durante diez días, hasta el miércoles pasado, los habitantes de la localidad de Wukan, situada en la provincia meridional de Guangdong, estuvieron protestando porque las autoridades les habían quitado terrenos y por la muerte, bajo custodia policial, de uno de los organizadores de las manifestaciones, Xue Jinbo, cuya familia asegura que fue golpeado.
Las protestas finalizaron cuando las autoridades hicieron una serie de concesiones. Aunque éstas llamaron la atención especialmente, no son las únicas que se han llevado a cabo por motivos similares en China, donde los campesinos no son dueños de sus tierras.
La mayoría de los terrenos pertenecen a los pueblos de forma colectiva, pero sus habitantes tienen contratos de arrendamiento que les permiten hacer uso de ellos durante décadas. En teoría, cada pueblo puede decidir si vende esos terrenos o los urbaniza, pero en la práctica, son las autoridades las que toman las decisiones, a menudo en contra de la voluntad de los campesinos.
Desde 1993 y hasta estos últimos años, el número de "incidentes colectivos" (protestas o disturbios) registrados por el Gobierno chino ha aumentado desde 8.700 hasta unos 90.000. Además, este año, los conflictos por la expropiación de tierras han representado más del 65 por ciento de los "incidentes colectivos" ocurridos en zonas rurales, según datos oficiales citados por el periódico 'China Economic Times'.
AUMENTAR LA PRODUCTIVIDAD
Wen ha destacado en su discurso la importancia de incrementar la productividad en el sector de la agricultura. "El próximo año, los ajustes macroeconómicos se enfrentarán a unas condiciones difíciles y graves, especialmente por la ralentización del crecimiento económico combinada con el aumento de la presión de los precios. Por eso es particularmente importante que el trabajo rural sea próspero", ha declarado.
"Aunque, en los últimos años, la producción de cereales y de otras materias primas del campo se ha incrementado mucho, la capacidad de producción sigue siendo inestable, el equilibrio entre oferta y demanda sigue estando ajustado y un solo paso en falso en el sector de la agricultura será perjudicial para el desarrollo económico y la estabilidad social", ha advertido.
Con el fin de asegurar la autosuficiencia, China ha establecido que la superficie de tierra cultivable no puede ser menor de 120 millones de hectáreas.
Por otro lado, el primer ministro ha recomendado a las autoridades que no se extralimiten con los programas experimentales que ofrecen a los habitantes rurales el estatus de residentes urbanos --y algunas de las prestaciones sociales que conlleva-- a cambio de que renuncien a los derechos sobre sus tierras.
Esos derechos "no se los puede usurpar nadie", ha afirmado. Algunas ciudades de China donde se precisan terrenos para construir han aplicado ese tipo de programas.