WASHINGTON, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Departamento de Estado dijo el jueves que la presencia de Raúl Castro en el poder es una "disminución del totalitarismo" en Cuba, "un cambio en marcha" que señala una "transformación" antes que una "transición", según el subsecretario de Estado adjunto para democracia, derechos humanos y trabajo, Barry Lowenkron, dijo que Estados Unidos ha centrado su actividad de promoción democrática el año pasado en la isla en la difusión radiofónica y escrita de mensajes.
Como parte de la campaña, ha financiado libros, panfletos y otro tipo de material, así como canalizado ayuda para el establecimiento de "relaciones entre los activistas dentro de Cuba", dijo.
Lowenkron formuló sus comentarios durante la presentación por el Departamento de Estado del informe anual sobre lo que el Gobierno estadounidense ha hecho en el mundo por los derechos humanos en 2006, en que gastó recursos por unos 1.200 millones de dólares. Admitió que "en unos países es más difícil que en otros" usar los recursos financieros para esos fines y señaló, entre estos últimos, a Cuba.
"Tenemos un equipo interagencias de alto nivel que ha expresado públicamente el año pasado que esta administración está preparada para ofrecer ayuda al pueblo cubano", dijo. "La asistencia no será en el contexto de una transición, sino de una transformación".
Dijo que el año pasado, Estados Unidos realizó actividades en el ámbito de los medios de comunicación en busca de "formas para hacer llegar nuestros mensajes al pueblo cubano sin que sean bloqueados por el Gobierno cubano".
"Hay grandes esfuerzos para proporcionar literatura, grandes esfuerzos para llegar al pueblo cubano que desea comprometerse con nosotros", agregó.
"En Cuba, la transferencia de autoridad para los asuntos diarios de gobierno de Fidel Castro a su hermano Raúl no representó una disminución del gobierno totalitario, sino más bien subrayó que está en marcha el cambio", dijo el informe "Apoyo a los derechos humanos y democracia".
Indicó que Estados Unidos está aplicando una estrategia proactiva para asegurarse un cambio democrático mediante el apoyo a dirigentes independientes de la sociedad civil y promotores de la democracia, de modo que los cubanos puedan determinar en el futuro su Gobierno en elecciones libres y justas".
