Ataque informático
REUTERS
Actualizado: martes, 26 julio 2016 21:59

WASHINGTON, 26 Jul. (Reuters/EP) -

La Casa Blanca ha presentado este martes una nueva guía de instrucciones que fija cómo deberán responder las agencias del Gobierno estadounidense ante los ciberataques, en un intento de combatir la sensación generalizada de que el Ejecutivo de Barack Obama no ha hecho lo suficiente para abordar la sofisticada amenaza que son los 'hackers' para la seguridad de los sistemas informáticos del Gobierno.

El anuncio ha tenido lugar en medio del escándalo por la filtración de miles de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (CND) que demuestran que la organización trató de influir en el resultado de la Convención Demócrata que se celebra estos días.

Los más de 19.000 correos electrónicos del CND que ha publicado Wikileaks demuestran que el máximo órgano del Partido Demócrata presentaba un claro favoritismo por Hillary Clinton. Por ello, exploró distintas vías para perjudicar la campaña del precandidato presidencial Bernie Sanders, tales como plantear si Sanders, de origen judío, era realmente ateo. El escándalo ha provocado que la presidenta del CND, Debbie Wasserman Schultz, anuncie su dimisión.

La nueva guía presentada por el Gobierno, que ha sido el fruto del trabajo de varios años e incluye una escala del uno al cinco para valorar la gravedad de un incidente, es la primera que aborda el papel específico de las agencias federales en la coordinación de los esfuerzos para investigar y proporcionar una respuesta adecuada a las violaciones de la ciberseguridad, tanto en el sector público como en el sector privado.

"Para dejarlo claro, nos encontramos en medio de una revolución de las ciberamenazas, que cada día son más persistentes, más diversas, más frecuentes y más peligrosas", ha declarado Lisa Monaco, asesora antiterrorista de la Casa Blanca en una conferencia sobre ciberseguridad en Nueva York.

Según ha indicado en su intervención, la nueva guía "ayudará a responder a una pregunta que se escucha muy a menudo entre las empresas y los ciudadanos por igual: En el caso de que sea atacado, ¿a quién llamo?". Por otro lado, Monaco ha señalado a Rusia y a China como los dos principales adversarios cibernéticos de Estados Unidos. También ha señalado a Irán y Corea del Norte, cada vez con más recursos.

De acuerdo con el nuevo manual, un ciberataque es aquel que puede causar daño a la seguridad nacional, los intereses económicos del país, las relaciones exteriores o a la confianza pública, la seguridad sanitaria y las libertades civiles del pueblo estadounidense.

Hasta la fecha, ningún ciberataque sufrido por Estados Unidos registraría un nivel 5 de alarma. La filtración del CND, por ejemplo, probablemente obtendría un nivel 1 o 2, en función de la cantidad de pruebas confidenciales que puedan salir a la luz y de si la información robada es utilizada por un Gobierno extranjero para manipular las elecciones presidenciales del próximo noviembre.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha priorizado mucho en materia de ciberseguiridad durante su segundo mandato, que ha estado marcado por una serie de ataques electrónicos contra agencias gubernamentales y empresas privadas que dejaron al descubierto millones de datos personales.

Durante años, decenas de expertos en ciberseguridad y legisladores han criticado al Gobierno norteamericano por no desarrollar una 'hoja de ruta' clara sobre qué hacer y a quién contactar en caso de un ciberataque.

El Departamento de Justicia, a través del FBI y la Fuerza Conjunta Nacional de Ciberinvestigaciones, liderará las pesquisas sobre intrusiones criminales que puedan afectar a la seguridad nacional. El Departamento de Seguridad Nacional, por otro lado, se encargará de ayudar a aquellas compañías que sufran intromisiones en sus redes privadas.

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