Actualizado: lunes, 30 noviembre 2015 19:50

UAGADUGÚ, 30 Nov. (Reuters/EP) -

El exprimer ministro de Burkina Faso Roch Marc Kaboré lidera el recuento de los resultados de las elecciones presidenciales que se celebraron el domingo en el país.

Con el 41 por ciento escrutado, los resultados provisionales muestran que Kaboré tiene el 54 por ciento de los votos, frente al 29 por ciento del exministro de Finanzas Zephirin Diabre, según la Comisión Electoral Nacional Independiente. Además, el domingo también se celebraron elecciones para la Asamblea Nacional.

Kaboré fue primer ministro y presidente de la Asamblea Nacional durante varios años bajo el mandato de Blaise Compaoré, quien fue derrocado por un levantamiento en octubre de 2014, después de 27 años en el poder. Lidera el Movimiento del Pueblo para el Progreso, formado por aliados descontentos de Campaoré que dejaron el partido meses antes de que fuera derrocado.

Diabré fue ministro de Finanzas en la década de 1990, antes de que pasara a formar parte de la oposición. Dirige la Unión para el Progreso y el Cambio, el partido considerado formalmente la oposición. Los analistas han asegurado que de los 14 candidatos que se han presentado solo Kaboré y Diabré tienen una oportunidad real de ganar.

"La gente de Burkina Faso ha mostrado más de una vez su profundo deseo de que unas elecciones pacíficas traigan la democracia", ha explicado la secretaria general de la organización Francófona Internacional, Michaelle Jean.

"Invito a todos los candidatos y partidos políticos, pero también a la población burkinesa, a respetar los resultados", ha añadido en un comunicado. Mucha gente ha dicho que su prioridad es que el nuevo presidente impulse el crecimiento económico en el empobrecido país.

UN MOMENTO CLAVE

Las elecciones representan un momento clave para una nación gobernada por líderes que mayoritariamente han llegado al poder a través de golpes de Estado desde que se declaró la independencia de Francia en 1960.

Compaoré tomó el poder en un golpe, gobernó durante 27 años y ganó cuatro elecciones, todas ellas criticadas por injustas. Fue derrocado por las protestas cuando intentó modificar la Constitución para extender aún más su mandato.

Los comicios del domingo, que se produjeron sin ningún altercado, podrían servir como ejemplo de transición democrática en África, donde los veteranos gobernantes de Burundi y República del Congo tendrían que cambiar este año la Carta Magna para poder continuar en el cargo.

La llamada a las urnas estaba prevista inicialmente para el 11 de octubre, pero se pospuso debido a un golpe de Estado fallido en septiembre. Fue llevado a cabo por los miembros de la guardia presidencial, que secuestraron al presidente, Michel Kafando, y su primer ministro.

El golpe supuso un coste de más de 50 millones de dólares (unos 47 millones de euros) en pérdidas de ingresos y provocó una reducción del crecimiento del 0,3 por ciento. La guardia ha sido disuelta. Kafando dejará su cargo una vez que el nuevo presidente tome posesión.

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