MANILA, 21 Ene. (EP/AP) -
El Ejército filipino intensificará las ofensiva, con el respaldo de Estados Unidos, en tres provincias meridionales contra el grupo insurgente Abu Sayaf, aliado de al Qaeda, tras la muerte de su máximo líder, anunció el domingo el alto mando.
El Gobierno filipino había anunciado el sábado que el terrorista más buscado del país, el cabecilla de Abú Sayaf, Jadaffy Janjalani, murió hace cuatro meses en un enfrentamiento con el Ejército, según los resultados de las pruebas de ADN realizadas en Estados Unidos.
El anuncio fue formulado cuatro días después que los soldados filipinos mataran al comandante de Abu Sayaf, Abu Sulaimán, uno de los posibles sucesores de Janjalani.
"El ritmo de nuestras ofensivas será ahora más rápido y más feroz", dijo el general y jefe del Estado Mayor, Hermógenes Esperón, a The Associated Press en una entrevista telefónica.
"No les daremos tregua ni cuartel, tenemos que acabar con todos los líderes restantes mientras se encuentran en crisis", agregó Esperón.
El general indicó además que otorgó recientemente una licencia temporal a unos 7.000 soldados dedicados a perseguir lo que queda de la guerrilla de Abu Sayaf en la isla meridional de Jolo, a unos 950 kilómetros al sur de Manila. Esa ofensiva, respaldada por Estados Unidos, comenzó el 1 de agosto, pero prácticamente ninguno de los soldados aceptó la oferta.
"Sienten que están a punto de librar las últimas batallas y quieren ser parte de esos últimos combates", afirmó Esperón.
La presidenta Gloria Macapagal Arroyo dijo que la muerte de Janjalani "marca el cambio mortal para Abú Sayaf". Agregó que el Ejército, respaldado por Estados Unidos y la vigilancia pública "lograron romper combinadamente el mortífero círculo infernal" que permitirá a los militares "asestar el golpe de gracia".
Esperón dijo que las muertes de Janjalani y Sulaimán, que supervisaron las operaciones militares y logísticas de Abé Sayaf, han debilitado considerablemente a los insurgentes en el campo de batalla.