MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., ha aprobado este domingo la remodelación de las agencias que conforman su estructura de seguridad marítima en medio de un repunte de las tensiones territoriales con China, traducidas en múltiples fricciones en las aguas disputadas en el mar de la China Meridional que Manila reclama como mar de Filipinas Occidental, dentro del largo conflicto que involucra también a Vietnam, Malasia o Brunéi sobre la potestad de esas aguas.
La decisión ha tenido lugar después de que el Ministerio de Exteriores filipino acabara convocando este lunes al encargado de negocios interino de la Embajada de China, Zhou Zhiyong, para protestar por un reciente incidente marítimo en el que una patrulla de la Guardia Costera de China disparó cañones de agua contra un barco filipino, el último episodio de una serie de encontronazos que llevó hace una semana al Gobierno chino a avisar a Manila de que "esté preparada para soportar todas las posibles consecuencias".
Así pues, y dados los "graves desafíos que amenazan la integridad territorial de Filipinas", el presidente filipino ha emitido la Orden Ejecutiva 57, titulada "Sobre el Fortalecimiento de la Seguridad Marítima de Filipinas" que, a grandes rasgos, consolida el llamado Consejo Nacional Marítimo (NMC, por sus siglas en inglés), como un "organismo central encargado de formular políticas y estrategias que garanticen un marco coordinado y unido de seguridad marítima".
El EMC, que tendrá como principal enlace con la Presidencia al ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Filipinas, el general Andrés Centino, integrará elementos de múltiples ministerios, como el de Defensa, Exteriores, Justicia o Transporte, "informará al presidente de cuestiones críticas sobre seguridad marítima" y el presidente Marcos Jr. proporcionará más detalles a su homólogo estadounidense, Joe Biden, así como al primer ministro de Japón, Fumio Kishida, en la trilateral que mantendrán la semana próxima en Washington D.C. (EEUU), informa la cadena ABS-CBN.
La orden ejecutiva presidencial lamenta, en último término, que a pesar de los esfuerzos de Filipinas "para promover la estabilidad y la seguridad, el país se sigue enfrentando a graves desafíos que amenazan no solo su integridad territorial, sino también el derecho fundamental de los filipinos a una existencia pacífica y a vivir en libertad, libres de violencia".
