Francia.- Comienza el juicio contra uno de los principales sospechosos de una serie de atentados en París en 1995

Actualizado: lunes, 27 febrero 2006 22:10

PARIS, 27 Feb. (EP/AP) -

Uno de los principales sospechosos de una serie de atentados terroristas en París en 1995 fue llevado a juicio hoy después de una década luchando por su extradición de Reino Unido. De inmediato, declaró su inocencia y se negó a participar en el proceso.

Rachid Ramda también pidió a sus dos abogados que se abstengan de participar en el juicio. El acusado indicó que se oponía al uso de la violencia y expresó compasión por las víctimas de los atentados en el metro de París, donde murieron 10 personas y centenares resultaron heridas.

A Ramda se le juzga con relación a tres de los atentados, donde murieron ocho personas. "No deseo participar en este juicio que considero escandaloso. Les pedí a mis abogados que no participen", señaló Ramda al tribunal.

Ramda, de 35 años, habría financiado a los terroristas argelinos que perpetraron los atentados en el metro, por lo que está acusado de dar apoyo logístico a los terroristas, así como de "asociación criminal vinculada a una empresa terrorista". Ramda podría ser condenado a hasta 10 años de prisión.

"Protesto porque soy totalmente inocente", sostuvo Ramda, de barba crecida, agregando que ya ha sido "convicto por la prensa y por el Gobierno francés".

"Desapruebo los ataques", dijo, y expresó su "compasión por las víctimas y por sus seres queridos ... Les doy mi respaldo moral y espiritual".

El presidente del tribunal, el juez Jean-Pierre Kross, trató de convencer a Ramda para que cambie de opinión, alegando que su ausencia sería "lamentable para la expresión de la verdad". Kross agregó que tratará de que Ramda participe cada día en el proceso, que se prolongará hasta el 22 de marzo.

Ramda también será sometido a otro proceso judicial, cuya fecha aún no ha sido fijada, por homicidio de ocho personas y el intento de asesinar a otras 150 personas en tres atentados.

Durante 10 años, Ramda fue objeto de una pugna por su extradición entre París y Londres, que adoptó una postura más dura contra los sospechosos de terrorismo después del 11 de septiembre de 2001.