PARIS, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, ampliará la penalización que ahora recae sobre la compra de los coches más contaminantes a toda la vida útil del vehículo y los ciudadanos franceses deberán pagar anualmente el denominado 'bonus-malus'. A cambio, los que adquieran un coche más respetuoso con el medio ambiente se beneficiarán de una rebaja, según explica Borloo en una entrevista que hoy publica el diario 'Le Parisien'.
El sistema se basa en el principio de 'quien contamina paga' y la penalización de los coches que emitan a la atmósfera más de 160 gramos de CO2 por kilómetro podrá alcanzar un máximo de 2.600 euros que hasta la fecha se aplicaban sólo en el momento de la matriculación.
Además, antes de fin de año el Ministerio quiere extender el principio de la penalización ecológica a veinte grandes grupos de productos de consumo diario, para que el precio pagado en los supermercados incluya la protección del planeta. "Esto será una revolución", sostiene el titular de Ecología del Ejecutivo galo, partidario del "justo precio ecológico".
Entre las medidas que pretende poner en marcha figura igualmente multiplicar por cinco la oferta de metro y tranvía en las grandes ciudades y obligar a que los comedores escolares de los centros educativos públicos tengan el 20% de comida biológica.
También adelanta su intención de lanzar a partir de 2009 un sistema de préstamos a interés cero para quienes acometan obras de aislamiento térmico en las viviendas o instalen equipos de sistemas de calefacción ecológicos. De hecho, Borloo se muestra convencido de que se puede reducir en un 40% el consumo eléctrico de Francia en calefacción.
Otro elemento "fuerte" de su política medioambiental será la obligación de que todos los edificios públicos nuevos consuman menos de 50 kilowatios hora por metro cuadrado en 2010, una norma que se aplicará también a los edificios privados a partir de 2012.
AGENCIA DE INTERCAMBIO ENERGETICO
Por otra parte, Borloo baraja proponer a los socios europeos en tanto que presidencia de turno de la UE la creación de una Agencia Mundial de Intercambio Energético, que podría beneficiarse de una marte de los 400.000 millones de euros procedentes del mercado de cuotas de emisiones de CO2, para acelerar la inversión en energías renovables y medidas de ahorro energético.
A modo de ejemplo, el ministro menciona que en Francia la Caisse des Dépôts podría ser el banco estructural del intercambio energético, al estilo de un fondo soberano.
En cuanto al 'mix' energético del futuro, cree que debe hacerse un esfuerzo sobre las energías solar, eólica, biomasa o geotérmica y que la nuclear también formará parte de ese 'mix', pero siendo conscientes de que, a nivel mundial, la nuclear no superará el 6% de la producción de energía en 2030.
