Francia.- Greenpeace Francia ocupa una central nuclear para protestar contra un nuevo reactor de tercera generación

Actualizado: martes, 27 marzo 2007 21:20

PARÍS, 27 Mar. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -

Una docena de militantes de la organización ecologista Greenpeace France entraron al alba en las instalaciones de la central nuclear de Belleville-sur-Loire en el departamento de Cher, al sur de París, para protestar contra el proyecto del Gobierno francés de construir el nuevo reactor nuclear de tercera generación conocido por las iniciales EPR (European Pressurized Reactor).

El 'modus operandi' de la protesta fue espectacular, como es habitual en la organización. La docena de militantes se subieron a una de las dos torres de refrigeración de la central para descender haciendo rápel y realizar una enorme pintada en la que se puede leer "EPR = Peligro".

Según explicó a Europa Press Fred Marillier, militante de Greenpeace Francia que se encontraba en las inmediaciones de la central, ésta ha sido la forma de señalar a la inconveniencia del EPR. Además, "en el marco de la campaña presidencial queríamos llamar la atención de los candidatos para que abandonen este proyecto si resultan elegidos", explicó Marillier.

Por lo pronto de los tres candidatos favoritos a las elecciones presidenciales francesas que se celebrarán en abril y mayo según las encuestas, Nicolas Sarkozy, del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular, Ségolène Royal, del Partido Socialista francés, y François Bayrou, de la Unión por la Democracia Francesa; sólo los dos últimos han expresado sus dudas respecto al EPR por "considerar que su construcción no se ha decidido sobre una base plenamente democrática", explicó Marillier.

Sin embargo, a su modo de ver, "son muchos los expertos que han señalado junto a Greenpeace" que el EPR resulta "inútil porque Francia esta capacitada de más en lo que a la producción de energía se refiere", "peligroso, de hecho, el más peligroso del mundo porque es el más grande que se quiere construir", además de no ser una "solución al problema de los residuos nucleares".

Según Marillier, la decisión del Gobierno francés de construir el EPR, "se da en un contexto en el que la obsesión por lo nuclear bloquea todo desarrollo de las energías renovables". Para él, "al contrario que en España, donde las energías renovables están viviendo un verdadero 'boom', en Francia existe un bloqueo político que impide el desarrollo de energías renovables como consecuencia de la independencia que facilita la energía nuclear que explota el Estado francés".