PARÍS, 23 Jul. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
El ministro francés de Transportes, Jean-Louis Borloo, anunció esta mañana una reunión de "extrema urgencia" con los responsables políticos provinciales para "recensar los puntos negros" de las carreteras del territorio francés tras el accidente del autobús que causó la muerte ayer de 26 peregrinos polacos en el descenso de Laffrey, a 27 kilómetros al sur de Grenoble, en la región alpina de Ródano-Álpes.
Además, Borloo defendió la instalación de un sistema "que impida pasar a los autobuses" a ese tramo de carretera, que presenta un desnivel del 12 por ciento y que está prohibido a vehículos de elevada tara y que carecen de un sistema especial de frenado.
"Vamos a volver a verificar" los puntos negros "en este periodo estival, que es particularmente difícil, y en el que se toma mucho la carretera con vehículos más cargados", explicó Borloo en declaraciones a la radio France-Info en referencia a la reunión. Según afirmó, "en materia de descensos quiero asegurarme" de que no puedan repetirse tragedias como la registrada ayer.
Sobre la carretera del descenso de Laffrey, Borloo subrayó que "hay once carteles en cinco kilómetros que advierten de la prohibición de circular a camiones y a vehículos pesados". El ministro francés realizó ayer el trayecto que hizo el autobús accidentado, según dijo.
Sin embargo, Borloo reconoció que, tras el accidente, "la constatación es que el balance es de 26 muertos", por lo que, según señaló, "dado que las reglas no son suficientes, va a hacer falta poner pilares en lo alto" del descenso "que impidan pasar a los vehículos pesados". "No hay otra solución", concluyó.
