MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, ha dicho que la Policía británica debe enviar afectivos a Pas de Calais, en el norte de Francia, para ayudar a resolver los "enormes problemas" a los que se enfrenta el puerto ante la creciente inmigración ilegal.
En su opinión los oficiales de Policía de Reino Unido pueden ayudar a persuadir a los inmigrantes y hacerles ver que es "imposible cruzar el puerto de Calais".
En los últimos meses, se ha vivido un importante ascenso del número de inmigrantes que han intentado entrar en Reino Unido a través del ferry del puerto, pero el ministro de Inmigración británico, James Brokenshire, ha asegurado que por el momento "no hay planes" para enviar oficiales a Francia. Según ha explicado en la BBC, en su opinión los problemas de seguridad en territorio francés son un asunto para los franceses.
"Hemos cedido un oficial de la Agencia Nacional de Delincuencia para trabajar con la agencia francesa y hacer frente a la delincuencia organizada y a la inmigración, pero no tenemos planes ni intenciones de ver a agentes de Policía británicos en suelo francés. La seguridad en Francia es una cuestión para el Gobierno francés", ha dicho.
Por su parte, el ministro francés ha hablado de negociaciones y soluciones. "Hemos tenido una negociación difícil entre los dos gobiernos con el fin de encontrar una solución con respecto a este gran problema", ha reconocido Cazeneuve en la BBC. "Los dos estamos involucrados en este problema y tenemos que encontrar soluciones comunes con el fin de ser eficientes", ha añadido.
El mes pasado, el Gobierno francés envió 100 policías a la ciudad del norte de Francia para unirse a los 350 que ya trabajan sobre el terreno, mientras que no hay ningún efectivo británico.
Aún así, Cazeneuve ha asegurado que ha acordado con las autoridades de Reino Unido la instalación de nuevos equipos de seguridad en el puerto para "tratar de trabajar en conjunto en los aspectos de seguridad, humanitarios y en la financiación de una serie de proyectos".
En la actualidad, en Calais hay unos 2.500 inmigrantes ilegales, la mayoría procedentes de Eritrea, Etiopía, Sudán y Siria, muchos viviendo en campamentos o en el mismo puerto por lo que se han producido enfrentamientos en las calles de la ciudad. Una cifra que se ha incrementado en un 50 por ciento en solo un años ante las crisis humanitarias en África y Oriente Próximo.
