Nicolas Sarkozy señala a los diputados de la UMP que tienen cinco años para reformar el país.
PARÍS, 20 Jun. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, pronunció hoy en el Elíseo un discurso ante los diputados de su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), en el que reafirmó que su mandato y la legislatura de los representantes de la UMP debe servir para reformar el país.
"No tenemos cinco años para no reformar el país", dijo Sarkozy. "Es ahora o nunca", lanzó a los 313 diputados de la UMP presentes en el Elíseo, un Sarkozy que se definió como "no conservador" ni "pusilánime"
"Todo lo que he prometido cambiar, lo cambiaré. Todo lo que he prometido reformar, lo reformaré", proclamó el jefe de Estado galo, quien no dejó de afirmar que "tendremos éxito" o "fracasaremos, todos juntos".
En su argumentación se apoyó en el hecho de que cuando "se ha ganado hasta cuatro veces", la UMP, en las dos vueltas de las elecciones legislativas celebradas este mes, pero sobre todo, él mismo, en las dos votaciones de la elección presidencial celebradas en abril y mayo, significa que "los franceses han aprobado un proyecto de ruptura de ideas, valores y comportamientos del pasado". La "elección de los franceses será respetada", añadió.
De este modo, el presidente francés volvió a explicar las grandes líneas políticas de su Ejecutivo y las grandes medidas que éste prepara. "Mi política es el trabajo", afirmó Sarkozy, que dijo no identificarse con las "empresas" ni con los "hogares" galos en materia económica, "sino con todo el mundo".
El ámbito económico fue, de hecho, el más destacado en la intervención del presidente. "Si nos hace falta un punto de crecimiento" económico es "porque Francia no trabaja lo suficiente", explicó. En este sentido dijo que en su política, "todo lo que recompense el trabajo se elegirá", mientras que "todo lo que lo desvalorice será apartado".
IVA SOCIAL
Insistiendo en que hace falta "liberar el trabajo, recompensarlo y mejorar las condiciones" en el que éste se ejerce, Sarkozy dedicó los instantes finales de su intervención a intentar cerrar el debate sobre un aumento eventual del IVA para así dedicar más partidas a la protección social.
El debate de esta cuestión, que favoreció la movilización de los votantes de la oposición en la segunda vuelta de las elecciones legislativas celebrada hace tres días, ha sido utilizado con "fines políticos" por el principal partido de la oposición, el Partido Socialista (PS) francés, sin que éste haya buscado el "interés de Francia", según el jefe de Estado.
"Abstenerse del IVA social y ver pasar el tren de las deslocalizaciones sería no solamente un error económico sino moral y político", señaló Sarkozy, quien, en un claro ejercicio de didáctica negó que Francia vaya a aumentar los impuestos sobre el trabajo y que, por sea razón, investiga la medida del IVA social.
"Si queremos guardar las fábricas sobre nuestro territorio hay que exonerar de impuestos el trabajo que deslocaliza e imponer impuestos a aquello que es menos fácilmente deslocalizable", explicó.