Francia.- Sarkozy preside en El Elíseo una reunión sobre la violencia en los suburbios

Actualizado: miércoles, 28 noviembre 2007 11:26

PARIS, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, preside en El Elíseo una reunión sobre la seguridad en los suburbios tras la violencia desatada por la muerte el pasado domingo de dos adolescentes en Villiers-le-Bel, al norte de París.

El jefe del Ejecutivo galo ha convocado al primer ministro, François Fillon, la titular de Interior, Michèle Alliot-Marie, la responsable de Justicia, Rachida Dati, y la secretaria de Estado del Ministerio de Vivienda y Política de Ciudades, Fadela Amara.

Sarkozy asume en primera persona la gestión de la revuelta de las barriadas e intenta así evitar que se repitan los conflictos de noviembre de 2005, que sumieron al país en tres semanas de violencia urbana provocada también por la muerte de dos chavales.

Recién llegado de su viaje a China, ha visitado a primera hora de la mañana al comisario de policía herido durante la primera jornada de tumultos y al resto de los miembros de las fuerzas del orden hospitalizados. Allí, ha dejado claro que los autores de los disparos contra los policías y los bomberos serán detenidos y llevados ante la justicia.

"Lo que ha pasado es inaceptable. Los que asumen la responsabilidad de disparar contra funcionarios se encontrarán ante el Tribunal de lo Criminal", declaró Sarkozy en el hospital de Eaubonne.

"Esto tiene un nombre, es un intento de asesinato. Disparar contra funcionarios es perfectamente sancionable. Encontraremos a los que dispararon, pondremos los medios que se necesiten y los que han asumido esa responsabilidad se encontrarán ante la justicia de nuestro país", insistió.

El tribunal correccional de Val d'Oise ha emitido ya los primeros mandatos de detención. Dos días después de las primeras revueltas, ocho jóvenes han sido encarcelados, cuatro de ellos esperan el fallo judicial y el resto han sido condenados a penas que oscilan entre los tres y los diez meses de prisión.

Un impresionante dispositivo policial desplegado en la localidad de Villiers-le-Bel, al norte de París, donde la noche del domingo se desató la violencia tras la muerte de dos adolescentes, ha llevado una relativa calma a las calles después de dos jornadas de fuertes disturbios.

La presencia de un helicóptero que ha sobrevolado la zona, una brigada móvil y unos mil agentes de policía han permitido que la noche haya sido "bastante más tranquila", según la delegación del Gobierno, que informa de la detención de un total de 22 personas, algunas papeleras quemadas, algún comercio afectado y decenas de coches incendiados.

Anoche, el primer ministro, François Fillon, y la ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, acudieron por segunda vez en el mismo día a Villiers-le-Bel, donde visitaron el dispositivo de seguridad instalado en el cuartel de Bomberos.

Este dispositivo policial se mantendrá "tanto tiempo como sea necesario", según anunció la ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, esta mañana en Europe 1, tras recalcar que no habrá "ninguna tolerancia" con "los delincuentes".