PARIS, 12 Sep. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
La dirigente socialista Ségolène Royal, probable candidata a las elecciones presidenciales de 2007, pidió excusas a la militante de su partido Nolwenn Yven, de 23 años, tras un altercado en el cual la ex ministra la atacó dialécticamente en público. Un desencuentro que ha sembrado la polémica en el Partido Socialista y ha despertado las críticas de los detractores de la candidatura de Royal.
"Le dije que si se sentía humillada, lo sentía, porque no era en absoluto mi objetivo y le pedí perdón", reconoció la presidenta de la región Poitou-Charentes, según el diario 'Libération'. La militante socialista aseguró que recibió hasta dos llamadas de Royal, pero que ésta sólo se disculpó en la segunda.
Los hechos ocurrieron en un mítin en Quimperlé (Bretaña, noroeste), el pasado domingo, cuando Yven, miembro de las Juventudes del partido, preguntó en público a Royal si ésta creía que mantener "la frontera entre izquierda y derecha era fundamental en las elecciones de 2007".
La candidata, que ha tenido diferencias notables con la orientación de las Juventudes del partido, que le reprochan su excesivo conservadurismo, acusó a la joven de esconder otra crítica con esa pregunta. "¿Estás segura de que eso es todo? ¿Me juras que no te autocensuras?, ¿estás segura?", le lanzó Royal.
Cuando la militante consultó con un compañero de partido a su lado, Royal le espetó: "Venga, venga, no estás obligada a pedirle autorización al chico que está a tu lado. Eres una mujer". La candidata, que también ha sido acusada esta semana de plagiar un artículo de otro dirigente socialista en un texto publicado hace años, reconoció la "firmeza" de su respuesta pero pidió "sentido del humor".
Sin embargo, su interlocutora, que ha dado entrevistas a varios medios de comunicación franceses, explicó que se sintió "desestabilizada, infantilizada y humillada por la violencia de la respuesta".
Otros responsables del partido, como Dominique Strauss-Kahn y Laurent Fabius, ambos también aspirantes a guiar al partido en las elecciones de 2007, y el presidente del Movimiento de las Juventudes Socialistas, Razzye Hammadi, censuraron duramente la actuación de Royal, a la que acusaron de "perder los nervios".
