MALÉ, 11 Nov. (Reuters/EP) -
Maldivas ha sido escenario de fuertes enfrentamientros entre la Policía y los manifestantes que han protestado este lunes por la decisión del presidente saliente, Mohamed Waheed, de seguir en el poder hasta el fin de su mandato.
Waheed, que debería haber renunciado este domingo, ha decidido mantenerse en el cargo ya que ninguno de los candidatos obtuvo el 50 por ciento necesario en la primera vuelta de las elecciones, celebradas este 9 de noviembre, casi un mes después de que la Policía forzara la cancelación de la segunda vuelta de los comicios por supuestas irregularidades.
"Dado que la Constitución no dice qué es lo que debe ocurrir, el Tribunal Supremo ha decidido que el Gobierno continúe en lugar de dejar un vacío constitucional", declaró Waheed durante la noche del domingo, poco antes de que su mandato diera fin oficialmente.
Después de que Waheed anunciara su intención de seguir en el poder, un millar de opositores han tomado las calles de la capital, Malé, en una serie de protestas en las que han acabado lanzando piedras a la Policía. Las autoridades han respondido con sprays de pimienta y porras para dispersar las manifestaciones.
Las protestas fueron disminuyendo y Waheed ha sido visto por última vez dejando la capital escoltado en una lancha motora junto a su mujer.
Mohamed Nasheed, que se convirtió en el primer presidente de islas Maldivas elegido democráticamente en 2008 y que fue expulsado del cargo el año pasado, ha obtenido el 47 por ciento de los votos durante la primera vuelta de los comicios.
En 2008, Nasheed derrotó a Maumoon Abdul Gayoom, que gobernó durante 30 años y que ha sido acusado tanto por sus opositores como por grupos de Derechos Humanos a nivel internacional de ser un dictador. Los seguidores de Gayoom, entre los que se encuentra su hermanastro Abdulá Yameen, que también se presentó a las elecciones, se oponen a que Nasheed vuelva al poder.
Ambos --Nasheed y Yameen-- se disputarán la Presidencia en la segunda vuelta de las elecciones.
El partido político de Nasheed, dominante en el Parlamento, quiso que uno de sus miembros dirigiera el país hasta la segunda vuelta de las elecciones, que tendrá lugar el próximo sábado 16 de noviembre. Sin embargo, un enfrentamiento entre Nasheed y la vieja guardia, esa decisión fue revocada.
ELECCIONES FALLIDAS
Los dos intentos de celebrar las elecciones presienciales fallidos han provocado cierto grado de preocupación entre los países vecinos, pero también en Occidente. El proceso electoral, que cuenta con 240.000 votantes, comenzó finalmente este sábado y la segunda vuelta entre los dos candidatos principales se programó para el día siguiente (domingo) para evitar una crisis constitucional.
Sin embargo, el Tribunal Supremo ha retrasado esta segunda vuelta hasta el 16 de noviembre, lo que supondrá un fuerte desafío para un país conocido más por sus playas de lujo que por los recientes brotes de disturbios.
"Es inadmisible seguir pidiendo cambios en la fecha de las elecciones acordada", ha asegurado el Departamento de Estado de Estados Unidos en unas declaraciones durante este fin de semana.
Los comicios programados para el 7 de septiembre fueron anulados debido a un informe secreto de la Policía que informaba acerca de fraude electoral. El siguiente, programado para octubre, fue detenido por la Policía después de una orden del Tribunal Supremo.
Esta crisis ha golpeado también al sector del turismo, una fuente vital de ingresos del país, y Maldivas se ha tenido que enfrentar a escasez de combustible, ya que no puede pagar a tiempo el suministro en un momento en el que están disminuyendo las reservas de divisa.
Sea quien sea el vencedor de las elecciones el próximo 16 de noviembre, deberá enfrentarse a un momento de auge en la ideología islamista y a la pérdida de confianza por parte de los inversores.