La fuerzas nigerianas bloquean la entrada del Parlamento durante una hora en medio de las tensiones políticas

ABUYA, 7 Ago. (Reuters/EP) -

Las fuerzas de seguridad de Nigeria han impedido este martes durante al menos una hora que los miembros del Gobierno, los diputados y los periodistas entraran en el Parlamento bloqueando todas las entradas, en el marco de la creciente tensión en la sede legislativa por la deserción de varios diputados oficialistas.

Agentes del Departamento de Seguridad del Estado (DSS, por sus siglas en inglés) se han colocado delante de la entrada principal del Parlamento, en Abuya, y poco después se les han unido varios policías. Los uniformados han permanecido allí durante una hora sin dejar entrar a nadie.

Bukola Saraki, uno de los parlamentarios más veteranos de Nigeria, ha difundido por Twitter las imágenes del momento, inédito desde que en 1999 el país africano se convirtiera en una democracia.

Poco a poco se ha ido levantando el bloqueo, cuyas razones aún no están claras, y el vicepresidente, Yemi Osinbajo, ha anunciado el cese fulminante del jefe del DSS, Lawal Musa Daura.

Osinbajo, que ejerce de presidente interino, ha denunciado "una toma no autorizada de la Asamblea Nacional" que ha considerado "una grave violación del orden constitucional". "Es totalmente inaceptable", ha dicho, subrayando que ha tenido lugar sin que la Presidencia lo supiera.

El movimiento de las fuerzas de seguridad se enmarca en la crisis política que se ha desatado en el seno del partido gobernante, el Congreso de Todos los Progresistas (APC), de donde en las últimas semanas han desertados unos 50 legisladores, muchos de los cuales se han sumado a las filas opositoras.

Las bajas en el APC ya le han costado al Gobierno su mayoría en el Senado y amenazan la reelección de Muhamadu Buhari en las elecciones presidenciales del próximo año.

Buhari viajó el pasado viernes a Reino Unido para unas vacaciones de diez días, según informó la Presidencia. Sin embargo, ha estado varias veces a Londres en los últimos años por razones médicas. En 2017, estuvo cinco meses en la capital británica para tratarse una enfermedad de la que el Gobierno aún no ha informado.