DIYARBAKIR (TURQUÍA), 22 (Reuters/EP)
Las fuerzas de seguridad turcas han matado este martes a cuatro supuestos milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) durante los combates que han mantenido en la provincia de Mardin, en el sureste de Turquía, junto a la frontera con Siria, según han informado fuentes gubernamentales.
Los cuatro milicianos han sido abatidos en los combates registrados en el distrito de Midyat y que todavía no han finalizado. Estos hechos se han registrado cuando el Gobierno está a punto de comenzar las conversaciones con el encarcelado líder del PKK, Abdulá Ocalan, para intentar poner fin a un conflicto que se ha cobrado más de 40.000 vidas desde 1984.
Los combates de este martes llegan una semana después de que los milicianos kurdos acabaran con la vida de un agente de Policía en Midyat y después de que las fuerzas de seguridad capturaran a varios combatientes del PKK que se habían atrincherado en una cueva.
Las esperanzas de que el proceso de paz llegue a buen puerto han aumentado en las últimas semanas después de que el Gobierno haya reconocido que varios oficiales de Inteligencia han estado conversando en la cárcel con el líder del PKK.
Estas conversaciones se centran en lograr un acuerdo para que los milicianos cesen sus acciones armadas y se retiren del territorio antes de proceder a la entrega de sus armas, según la prensa turca. A cambio de estas concesiones, el Gobierno de Ankara se comprometería a emprender reformas para mejorar la situación de la comunidad kurda y proteger sus derechos.
A pesar de respaldar las conversaciones de paz, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dejado claro que continuarán las operaciones de las Fuerzas Armadas contra el PKK, un movimiento separatista definido como grupo terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y la propia Ankara.
Los políticos kurdos han criticado la continuidad de las operaciones de las fuerzas gubernamentales turcas en pleno proceso de paz, incluidos los bombardeos de objetivos del PKK en sus bases del norte de Irak, por considerar que estas ofensivas perjudican al diálogo para poner fin al conflicto.