WASHINGTON, 25 May. (Reuters/EP) -
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, ha advertido de las pocas opciones existentes para recortar los gastos en materia militar, y recalcó la importancia de mantener la modernización del equipamiento y el desarrollo de nuevas armas.
Gates, que dejará el cargo a finales de junio, no se atrevió a sugerir en qué parcelas deben hacerse recortes para alcanzar el objetivo del presidente, Barack Obama, de reducir en 400.000 millones de dólares (283.000 millones en euros) el gasto público en los próximos 12 años.
"A no ser que la clase política de nuestro país prevea una reducción dramática del papel de Estados Unidos en la seguridad global, es de crucial importancia proteger el gasto en modernización militar", ha declarado.
Gates ha emprendido un análisis que relaciona los objetivos estratégicos con el presupuesto, de tal modo que los altos cargos de los Ejércitos estadounidenses tengan una mejor idea de los riesgos de la reducción de efectivos, la eliminación de ciertos programas o la aplicación de planes de austeridad.
El secretario de Defensa recuerda que las reducciones impuestas hasta ahora ya han afectado considerablemente a los programas de desarrollo armamentístico. "Debemos construir un nuevo avión cisterna (para repostar en el aire). Los que tenemos son el doble de viejos que algunos de los pilotos que vuelan en ellos. Debemos presentar una nueva generación de cazas de guerra (...) el F-35", ha mencionado.
Gates adelanta que los políticos deberán estudiar otros recortes más impopulares, como los que atañen a los salarios y a las pensiones, así como a la atención sanitaria a los militares retirados.
El enorme coste de las guerras en las que ha intervenido últimamente Washington y la profunda depresión financiera desatada en 2008 han dejado el déficit en 1,4 billones de dólares (993.000 millones de euros), mientras que la deuda supera por diez esta cifra.
Algunos parlamentarios, sobre todo de la bancada republicana, buscan objetivos más ambiciosos de reducción del gasto. Entre otras cosas, proponen limitar el aumento de la financiación en Defensa a la subida de la inflación durante un plazo de 12 años.