MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior de Georgia, Vano Merabishvili, ha descartado la posibilidad de que las protestas de este sábado en la capital, Tiflis, y en la localidad de Batumi puedan extenderse al resto del país hasta convertirse en una revolución a nivel nacional. Asimismo, ha asegurado que las manifestaciones no suponen una amenaza al presidente, Mijail Saakasvili, según ha informado la agencia georgiana Novosti Gruzia.
Más de 10.000 personas salieron a las calles de Tiflis para pedir la dimisión de Saakashvili en la mayor protesta en dos años, guiada por las acusaciones de monopolio de poder que pesan sobre la figura del dirigente, según ha informado la agencia rusa RIA Novosti.
Las protestas están lideradas por el antiguo aliado y ex presidente del Parlamento Nino Burjanadze, quien ha pedido la celebración inmediata de elecciones anticipadas en lugar de las previstas para 2013. Los manifestantes han bloqueado el tráfico de la capital y colapsado el centro de la ciudad, en la Plaza de la Libertad, donde terminó la convocatoria. "Tenemos la posibilidad de derrocar un régimen que va contra el pueblo", ha asegurado Burjanazde.
"Lucharemos todos juntos hasta el final. Esta es la lucha definitiva y no vamos a retroceder", ha declarado Burjanadze a la multitud. "No vamos a esperar a las próximas elecciones y vamos a actuar ahora", ha remachado.
Saakashvili alcanzó el poder tras la Revolución Rosa de 2003. Ha estado cuestionado desde 2007, cuando las protestas derivaron en violencia después de que la oposición le acusara de llevar a cabo una persecución política contra ellos y de ser incapaz de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos del país.