PEKÍN 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno central de China ha mostrado este viernes su apoyo tanto al Gobierno como a la Policía de Hong Kong ante la decisión de dispersar, desalojar y desactivar las protestas en la ciudad del movimiento 'Occupy Central'.
El Gobierno central "están plenamente de acuerdo y apoya firmemente al Gobierno de Hong Kong y las decisiones de la Policía de detener estas actividades ilegales, manteniendo el orden social y la protección del Estado de Derecho", ha explicado en un comunicado de la Oficina del Consejo de Estado de Asuntos de Hong Kong y Macao, recogido por la agencia china Xinhua.
Los manifestantes del movimiento 'Occupy Central' habían conseguido bloquear el tráfico del centro de Hong Kong, un acto que las autoridades han entendido que afectaba "gravemente" al orden social de la ciudad, pero también a la economía, el progreso democrático y el Estado de Derecho, según han enumerado en el comunicado.
"Nos hemos dado cuenta de que la operación de desalojo ha sido bien recibida y acogida por los residentes de Hong Kong", subraya. El Gobierno ha asegurado que las protestas y la ocupación no han conseguido ganar el favor de los ciudadanos.
La declaración reitera además que el Gobierno central continuará con la aplicación de las políticas de "un país, dos sistemas" y de la Ley Básica, así como seguirá apoyando el progreso democrático de Hong Kong.
"Esperamos que la sociedad de Hong Kong participe en discusiones racionales y pragmáticas que acumulen el consenso acerca de su desarrollo político", planeta el comunicado recordando que tiene que ser "dentro de los límites de la ley y las decisiones básicas adoptadas por el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional".
200 DETENIDOS
El desalojo del campamento se saldó con la detención de 200 manifestantes aunque estos no opusieron resistencia y aceptaron retirarse, no sin antes advertir de que volverán con sus protestas para exigir que su gobernador sea designado en unas elecciones completamente democráticas.
Grupos de hasta cuatro agentes de Policía comenzaron a llevarse a los manifestantes concentrados en el céntrico emplazamiento, después de que trabajadores locales desmantelaran las barricadas y los campamentos levantados por los participantes en las manifestaciones prodemocracia.
Las manifestaciones para exigir elecciones libres en la antigua colonia británica han supuesto uno de los mayores desafíos que ha tenido que afrontar el Gobierno chino desde las movilizaciones de la plaza de Tiananmen, en 1989, que fueron brutalmente reprimidas por las autoridades de Pekín.
Las manifestaciones para exigir unas elecciones democráticas han llegado a reunir a más de 100.000 personas en la antigua colonia británica.